1. Sorpresa con la madre de mi novia (1): Llegada


    Fecha: 09/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... entre su gran raja, sus estupendos muslos llenos de carne prieta alargados por las sandalias de tacón alto que le hacían unas piernas más largas, ufff, creo que volvía a empezar a sudar.
    
    —Puedo ayudarla Carmen?
    
    —No hace falta hijo. Ya traía la comida preparada, solo hay que calentarla!
    
    —Entonces… la miraré mientras lo hace!
    
    Le susurré acercándome más hasta rozar mi pelvis contra su hermoso culo. Paró en seco sus manos al sentir el roce de mi miembro.
    
    —Ufff, si te pegas tanto no sé si podré seguir!
    
    Pase las manos rodeando su cintura pegando todo mi cuerpo a su espalda.
    
    —Ufff, como me ponen tus caricias cielo! Pero nos podría descubrir Lucía!
    
    —Tranquila, me ha dicho que necesita media hora para ver todo lo que le han enviado, además, me ha pedido que coquetee un poco con usted!
    
    Subí las manos hasta sus grandes tetas mientras hablaba y sobé la deliciosa carné tocando los grandes pezones con las yemas de los dedos a través del bikini. Claro, mi polla volvió a coger consistencia de inmediato sin poder no querer evitarlo.
    
    —Ufff, eso te ha dicho?
    
    —Si, quiere que se lo pase bien estas vacaciones, aunque no me ha especificado cuanto cariño tengo que darle!
    
    Tiré hacia abajo de la tela y los gordos pezones saltaron fuera de su prisión para sentirlos entre mis dedos.
    
    —Ufff, hijo, creo que ella lleva razón a si que… dame todo el cariño que puedas!
    
    Dijo sin ya cortarse. Comencé a pasarle la lengua por el cuello, lamidas suaves y húmedas, ...
    ... haciendo que el deseo manara de cada gota de saliva que dejaba en su piel. Percibí como movía el culo para sentir más mi miembro, que ya estaba de nuevo como una columna de mármol. Pellizque los pezones con suavidad hasta arrancar un gemido de su gran boca.
    
    —Ufff, potrillo! No sabes cómo estás poniendo a esta yegua!
    
    A Carmen parecía gustarle la verborrea equina y le seguí el lenguaje.
    
    —Pues no sabe cómo esta yegua pone la verga del potro!
    
    Se dio la vuelta con ojos chispeantes y en ese momento vi por primera vez sus pezones. Eran grandes, como los había imaginado al tocarlos, pero verlos ya fue la ostia. Tiré más de su bikini dejando que sus tetas afloraron por completo. Realmente eran grandes y preciosas, adornadas con dos grandes aureolas con los gordos pezones en su centro que sobresalían de una forma espectacular. Su extensa boca entreabierta mostraba unos abundantes labios de los que manaba una sensualidad desbordante. No pude reprimir besarlos y pegue mi boca a la suya, se abrazó a mi cuello como si quisiera que la salvará en medio del océano, y el deseo contenido de largos años pareció explotar como un volcán. Sentí como su lengua, larga y carnosa, devoraba el interior de mi boca mientras aplastaba sus tetas contra mi pecho. Fue un beso descarnado, lleno de deseo y pasión. Frotaba su pelvis buscando mi miembro durante el largo beso, un beso tan húmedo y sensual que acabó llenando de saliva nuestras ávidas bocas. Sentí un torrente de lujuria penetrar en mi boca y ...