1. Cris, mi profesora de inglés (II)


    Fecha: 25/10/2018, Categorías: Transexuales Autor: zitro1, Fuente: CuentoRelatos

    ... por la espalda el látigo para que se colocara ajustado hacia arriba entre las nalgas de su generoso culo.
    
    - Quiero que te frotes contra él mientras caminamos. Eres mi sumisa ahora -Y le indique dirigirse a la habitación.
    
    - ¿Te gusta la sensación de algo duro entre tus piernas, verdad?
    
    - Sí, amo me gusta.
    
    - Te complace tener algo frotando contra tu coño y tu culo.
    
    - Sí, amo me complace.
    
    - Creo que te gustaría meter algo grande en ambos.
    
    Su cabeza se levantó de repente una fracción de centímetro antes de que el tirón de la correa la volviera a la posición sumisa. Desenvolví el látigo de entre sus piernas y de alrededor de su cuello pero lo mantuve atado en sus muñecas. Levante sus pechos, haciéndolos hincharse entre mis manos y los presioné juntos. Raspé con las uñas los pezones, las rosadas puntas se sensibilizaron hasta tal punto que estremeció por toda la espalda hasta las caderas, atrapé ambos pezones entre los pulgares e índices, haciéndolos rodar con un firme tirón que la hizo tambalearse hacia adelante.
    
    - De rodillas -Cayó de rodillas, apretando sus manos unidas en sus pechos. Deslicé una mano alrededor de mi polla enseñándosela. Inclinándose hacia adelante, se relamió los labios y abrió la boca para tomarla.
    
    - ¿Qué crees que vas hacer?
    
    - Lo siento, Amo. ¿Qué le gustaría que hiciera? -puso cara de sorpresa.
    
    - Chúpalo. No has demostrado ser digna de mi polla todavía - , mientras le extendía el mango del látigo.
    
    - Tu misma, cógelo y ...
    ... hazlo.
    
    Abriendo la boca, relajó la mandíbula e inclinó la cabeza hacia atrás para tomarlo. Llevándose la barra dentro de su boca, saboreando restos de su propia excitación. Lo introdujo hasta la parte trasera de su garganta, relajando los músculos y entonces lentamente lo retiró succionándolo con un húmedo beso. Pasaba la lengua a su alrededor, de arriba hacia bajo. La contemplé tomar el mango del látigo profundamente hasta su garganta otra vez y me maravillé por la estoica expresión que mantenía. Cuando retiraba el mango, la saliva lo recubría y bajaba deslizándose por un lado. Lamía más y abrió la boca para volver a tomar pero le hice una seña para que se detuviera.
    
    - Abre tus piernas.
    
    - Sí, Amo -todavía arrodillada, apartó sus rodillas más ampliamente y me miró.
    
    - Tómalo... y follate con él, introdúcelo adentro y luego quizás podrás tomar mi polla en tu boca.
    
    Hice que ella misma se observara por el espejo tomando el mango en su interior.
    
    - Pon tus manos sobre mi polla y deja el látigo como está.
    
    Inmediatamente movió sus manos atadas, a la base de mi polla, bombeándola a ritmo en su boca. El mango permaneció suspendido, medio enterrado en su coño mientras ella se mecía y tragaba. La agarré de los hombros con más fuerza y ella la llevó más dentro de su garganta, apretando la base, golpeando las bolas contra su barbilla. Su lengua se curvó alrededor del eje cuando se lo empujé en contra de la parte trasera de su garganta. La tenía cogida fuertemente por los ...
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