1. Afloración de complejos con los tríos


    Fecha: 09/09/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Mar1803, Fuente: CuentoRelatos

    Quienes leyeron mi relato anterior, el cual hicimos Ber y yo, él la primera parte titulada “Un sueño cumplido con Mar” (nuestro primer día juntos) y yo la segunda, “Ber, Bernabé y yo” (el segundo día, pero en trío), seguramente recuerdan que el segundo día me quedé impactada pues dormité poco tiempo y al abrir los ojos vi a los dos haciendo un 69. Sí, shokeante, pero no tanto, pues previamente a esa escena del 69 ya habían pasado otras dos cosas.
    
    Después de una cogida de mi amante, Ber se fue a mi pepa y se puso a chupar las venidas conque habíamos culminado Bernabé y yo el coito. “¡Está muy rica!” exclamó Ber y, sin previo aviso, le empezó a mamar la verga a mi amante. Bernabé se sorprendió también, pero se le paró la verga.
    
    Por si eso hubiese sido poco, más tarde, después de que simultáneamente se habían venido ambos en mí, Ber empezó a lamerme la cuca, abrevando lo que faltó por escurrir y ¡Bernabé se fue sobre los huevos y la verga de Ber para limpiarle el aparato con la lengua! ¡Yo no lo podía creer!
    
    Así que el 69 entre ellos era previsible.
    
    Días después, Ber me escribió “fue maravilloso disfrutarte, sola y acompañada”, a lo que respondí “¡Sí, sola estuvo riquísimo! Acompañada… todos nos disfrutamos, ¡putos!”
    
    En el caso de Ber, sabemos de sus antecedentes por los relatos: le gusta mamar verga y, dice, que sólo lo hace cuando está muy caliente. Pero yo sí me sorprendí en el caso de Bernabé y, días después (un lunes) pasó el diálogo siguiente.
    
    Después ...
    ... que terminamos la primera ronda de limpieza (me refiero a las chupadas tan ricas que me da mi amante para limpiarme la leche de mi marido que me embadurno al coger sábado y domingo) donde me hace venir riquísimo con su lengua, y de la primera venida de mi amado dentro de mí. Mientras le chupaba el pene, exprimiéndole el blanco amor que me gusta, le pregunté:
    
    –¿Desde cuándo te gusta mamar verga? –y, viéndolo a los ojos esperando su respuesta, me puse a lamerle los huevos.
    
    –Hace muchos años –dijo después de hacer un esfuerzo por recordar algo. Contó cosas que yo no esperaba, pero seguía con la vista fija en sus ojos y alternando las chupadas en cada una de sus bolas–. Sí, entonces nos gustaba mucho darnos gusto de esa manera, y de otras más, pero la que me parecía mejor era la de mamar y ser mamado –Dijo esto último parafreaseando la canción que cantaba Angélica María y fue muy popular cuando él era joven.
    
    –Y ahora que tuviste una verga cerca, no te cortaste para recordarlo –le dije pasando a chuparle el glande.
    
    –Me gustó mucho cómo me la chupó Ber, me remonté a esos años y se la mamé; además, estaba llena de tus jugos, mi amor, ¡sabía riquísimo!
    
    –Se notaba que te gustó, tu cara delataba el placer que sentías con la verga adentro de la boca– le hice ver–. Yo sabía que te gustaba la leche sola, ya fuera que estuviera seca y me la lamías sobre el cuerpo o que estuviera líquida, como la que te di en el condón –eso lo conté en mi relato “Travesura a mi amante”–. ¿Te ...
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