1. Una noche con mi cuñada


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: andresbcz, Fuente: CuentoRelatos

    ... vez no podía dejar pasar la fantasía que tenía de hacer el 69 con ella, y así, sin que sacar mi pene de su boca la amarque y me recosté en el sillón, con su vagina en mi cara. Como dicen por acá, me comí esa panocha (vagina), mordía suavemente sus labios, su clítoris, hasta que tuvo un orgasmo. Camila dio un grito, sin miedo a que la escuchen, su vagina se puso más mojadita y sus nalgas se contraían. Luego de eso, empezó a chupar más rápido mi pene. Yo empecé a jugar con mi dedo en su ano, insinuando que quería meterlo en su culito.
    
    Camila: Quiero que termines. Quiero tu lechita en mi boca. Méteme el dedo en mi culito.
    
    No pude aguantar más y terminé, Camila se lo tragó todo, tenía la cabeza de mi pene en su boca y con su mano me masturbaba sacando toda la leche, como decía ella.
    
    Los dos exhaustos nos acostamos en el sofá. Yo sin pantalón y ella aún con el vestido, subido hasta la cintura y con los senos fuera del escote.
    
    Camila: quiero que me respondas algo, pero sé sincero.
    
    Yo: claro cuñadita, como siempre.
    
    Camila: quién te lo chupa mejor, mi hermana o yo.
    
    Yo: en qué predicamento me pones. Voy a ser honesto, ambas tienen sus habilidades, pero a mi esposa no le gusta comer mi leche, es más, una vez intentó pero no pudo. Pero si hay algo más, y que me pone bien cachondo, es el morbo de verte a ti, mi cuñada, comiéndose mi pene.
    
    Decirle eso puso mi pene a punto ...
    ... de nuevo. Esta vez Camila se montó y empezó a cabalgar, con sus senos que rebotaban de su escote, se inclinaba para que los chupara y volvía a cabalgar. La abracé y me paré, luego le puse en el sofá con sus piernas abiertas y le metía mi verga hasta donde más daba. Su vagina, aunque mojatita, se sentía lo apretado que entraba mi pene. Sus lindas tetas iban de lado a lado, sus gemidos me ponían más excitado, y verla así con ese vestido nuevo. Era como me la había imaginada, con sus piernas abiertas y luego en mis hombros, viéndola a la cara y a su panocha; ambos viendo como mi ene entra y sale de su vagina, con el ruido que hacía al chocar mi cuerpo con sus nalgas. Ya a punto de terminar, saqué mi pene para que mi leche salga, cayendo sobre su vestido.
    
    El resto de la noche fue de sexo, nos fuimos a la ducha. Lo hicimos ahí. Luego nos recostamos en su cama para dormir y al despertar Camila bajo hasta mi pene para chuparlo, esta vez lo ensalivó bien para luego montarlo y cabalgar hasta terminar dentro de ella.
    
    Lástima que no pudimos quedarnos todo el día también, ya que debíamos ir a alcanzar a mi esposa y sus primas a la playa. El día de la graduación, las primas de mi esposa (y hasta mi esposa), elogiaban lo hermoso que es el vestido de mi cuñada, mientras yo y Camila cruzábamos miradas y nos reíamos.
    
    Luego contaré el tercer y último encuentro (por el momento) con mi cuñada. 
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