1. Ángel y demonio (siguiente día)


    Fecha: 14/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos

    ... su vecino, con los ojos cerrados y volteando hacia arriba, emitiendo gemidos de placer.
    
    De inmediato Martha aprovecho para bajar una mano hacia sus bragas, las hizo hacia un lado y comenzó a masajearse el clítoris, de manera inmediata este le correspondió poniéndose duro, recibiendo con gusto las caricias de su dedo, Martha ya estaba entregada de nuevo, solo pensaba en recibir un buen orgasmo, en eso, el movió la cabeza hacia abajo y Martha volvió a cerrar los ojos, no supo si el la vio, esperaba que no.
    
    El al abrir sus ojos miro hacia la entrepierna de Martha, al ver que se estaba tocando, dejo de preocuparse en despertarla, sabía perfectamente que ella estaba consiente, así que ya se dispuso a actuar descaradamente, se acomodó entre las piernas de ella, se las abrió lo más que pudo, le hizo las bragas hacia un lado y le acomodo la cabeza del pene en la entrada de la vagina, unas gotas salieron de dentro de la inundada vulva de Martha. Jorge hundió su miembro hasta el fondo de la humanidad de Martha, ella emitió un gemido de placer ya totalmente desinhibido, llevo sus manos hacia la espalda de su vecino ...
    ... y doblo las piernas para dejarlo que maniobrara a placer.
    
    El vecino embistió con fuerza dentro de la vagina de Martha, con la humedad el miembro duro entraba con gran facilidad dentro de la vagina de ella, cada embate se acompañaba de gemidos de ambos, en cada embate se escuchaba el choque de los cuerpos, los gemidos y la humedad.
    
    El vecino tomo los senos de Martha con sus manos y comenzó a morderlos, Martha recibía con gusto los mordiscos y los embates de él.
    
    Finalmente Martha sintió que inevitablemente llegaría el orgasmo, su cuerpo se puso rígido y de su garganta se ahogó un grito de placer, hundió sus uñas en la espalda del vecino en tanto que él se preparó para explotar dentro de ella, puso los brazos tensos al lado de ella, hundió finalmente su miembro hasta el fondo, lo mantuvo dentro y comenzó a descargar el esperma hirviendo que tenía depositado en sus testículos.
    
    Cayeron desfallecidos los dos, hasta quedar dormidos, por la mañana se despertó Martha, viendo su cama revuelta, con las señas de la batalla, ya no cabía duda, había sido poseída por su vecino, solo faltaba saber cuántas veces más… 
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