1. Pecados capitales


    Fecha: 15/09/2024, Categorías: Otros Eróticos, Autor: EvilSalome, Fuente: CuentoRelatos

    ... piel ante el peligro de su desafiante lengua persiguiendo la mía de una boca a la otra. Sentí el placentero dolor de sus dientes hincándose en mis labios junto con sus manos agarrando fuerte mi cintura, acercando mi cuerpo al suyo. Y cuando iba a incluir mis manos temblorosas a la fiesta, fuimos interrumpidos.
    
    Subimos al coche con el nerviosismo infantil de casi haber sido pillados y creyendo en la ingenuidad e ignorancia del testigo.
    
    Tanteando la suerte le pusimos el cinturón al 24 de corona y de regreso… caí víctima de la fantasía de ser llevada a lo desconocido por un extraño con evidentes malas intenciones. El coche se detuvo en la intimidad de la nada, lo secreto de la noche a la vista de cualquier curioso.
    
    Dirigió su mirada al asiento del copiloto donde mi cuerpo entero vibraba de pasión. Con paciencia sobrehumana y calculadora calma espero que explotara alguna iniciativa de mi parte a cuyo silencioso reclamo conteste con voz apenada e insinuante:
    
    -Solo te queda 1.
    
    -El primero no cuenta -alegó.
    
    Respondí con una pícara sonrisa al percatarme qué el juego continuaría.
    
    No hay dos sin tres y como los números son infinitos paramos de contar los incisos derivados del último beso. Adoré su campaña publicitaria a gobernador de mis placeres y mi actuación intermitente de puritana y mojigata. Lo hice dueño de depravadas insinuaciones orquestando tras bastidores un roll play en vivo de cinco personajes y tres entradas.
    
    Con ternura inmaculada con mi lengua ...
    ... dibujé caricias en su garganta, robé la esencia de sus labios y adorné su cuello, pecho y abdomen con finas hebras de aliento y estampas de ligeras mordiditas. Le frené la urgencia de sus manos bajo mi ropa, aunque le di la libertad de desnudar lo perfecto de sus más ocultos encantos. Con extrema delicadeza mis dedos testificaron el impecable acabado de tan magistral obra, al ritmo de ahogados suspiros, latidos acelerados y máximas 150 grados.
    
    Los suyos, experimentados y violentos invadieron los confines de mi entrepierna para luego de sumergirlos en la fuente del pecado catar su frescura cual exquisito Cabernet. Leyó al instante la necesidad emanada de mi cuerpo de sentirlo dentro mío. Se acercó lo justo para que el calor de nuestros sexos se encontrarán y desatar en mi ser un impaciente episodio de locura. Clavé mis uñas en sus caderas y con ayuda de la gravedad lo obligué a fusionarse en la cúspide de infinitas lujurias. Até su movilidad entre mis piernas y me permití sentirlo en cámara lenta abrirse paso entre espasmos y contracciones para acomodarse perfectamente en el espacio. Probé la profundidad de mis límites al susurrarle al oído:
    
    -Más duro, muchacho el Diablo.
    
    Poseído por la orden rasgó mi esencia en un agresivo toque de tambores y le declaró la guerra a la humanidad al complacer el lívido de sus más primitivos instintos. Con salvajes danzas buscó liberar los caudales del santo grial, solo para desatar en su lugar la feroz incontinencia de un extenso clímax. ...