No puede haber dos machos alfa, pero si dos hembras
Fecha: 16/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
Relato anterior, "Soy la putita de mis dos pervertidos amigos", dejo el enlace al final del relato.
En el relato anterior les conté mi rutina como putita de mis dos roomies, Pablo y Luis, una rutina que se repitió aproximadamente cuatro o cinco meses, donde me dieron con todo y me hacían gozar al máximo, dejándome exhausto pero feliz, mi colita estaba siempre sensible, palpitante y un poco abierta, con un ligero hormigueo que me hacía recordar sus cogidas, ya me había acostumbrado a las cogidas de ambos machos.
Sin embargo, todo estaba a punto de cambiar, una noche en que ambos llegaron a mi cuarto para cogerme, ya me había cogido Pablo y era el turno de Luis y me estaba cogiendo en la posición de misionero boca arriba, como una nenita con la piernas bien abiertas, Pablo tan cachondo como era y siempre buscando nuevas experiencias, empezó a besar las nalgas de Luis.
Luis se puso tenso, dejó de embestirme y protestó:
- ¿Qué haces Pablo?, me desconcentras.
- Vamos, relájate, he visto que Ariel te besa y muerde las nalgas y se me antojó hacerlo, no pasa nada.
Era verdad, Luis tenía un culito pequeño pero redondito y me gustaba mucho, así que se lo besaba, lo lamía y en ocasiones le daba pequeñas mordidas en las nalgas, Luis se dejaba hacer y era notorio que le gustaba que lo hiciera.
- Si, pero no es lo mismo, Ariel es la putita y siento que es una hembra quien me las besa, contigo es extraño.
- Anda, imagínate que es Ariel quien te las besa, no notarás ...
... diferencia, solamente quiero experimentar que se siente, nada más, relájate, no pasa nada.
- Después te aguantas cabrón, no vayas a decir nada si me desquito, no me gusta, siento raro.
Pablo insistente como era, no dejó de besar las nalgas de Luis, hasta que Luis se rindió y regresó a embestirme, ignorando los tocamientos de Pablo, quien al ver que no se resistía acarició libremente sus nalgas, Luis tenía la verga durísima y me embestía duro, por lo que imaginé que estaba disfrutando las caricias de Pablo, quien era un experto en esos menesteres.
De pronto otra vez Luis se tensó y dejó de embestirme, protestando:
- Que haces hijo de Puta, no te pases, respétame.
- Vamos, es sólo un dedito, no pasa nada, te estoy poniendo lubricante para tocar tu punto G, en los hombres es la próstata y se logra alcanzar por el culo, vas a acabar como nunca.
- Cabrón, me desconcentras, no me gusta y me arde un poco, no te vayas a quejar si te hago lo mismo, cabrón.
Y se dejó hacer, se le había bajado un poco la verga, pero nuevamente se le puso durísima, señal de que estaba disfrutando, Pablo siguió trabajando el culo de Luis con el lubricante, al cabo de un rato, lo oí jadear con la boca abierta, supuse que ya le había metido dos dedos, y así fue, porqué se quejó.
- Cabrón ya me metiste dos dedos, ¿qué te pasa?, sácalos, me arde, me lastimas, no soy puto.
- Es para poder frotarte la próstata aguanta, vas a correrte como nunca.
No le sacó los dedos, Luis aunque se ...