1. Como cambian las cosas


    Fecha: 16/09/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: soysoloyo, Fuente: CuentoRelatos

    MI historia comienza como muchas otras con ciertos tópicos comunes que parecerían que son un cliché.
    
    Recuerdo bien ese día, era un viernes como cualquier otro, apure los pendientes de la oficina para irme a mi casa y trabajar desde allá.
    
    Mi esposa Vero saldría con su amiga a comer por lo que no la esperaba hasta la noche, mi plan era llegar y estar tranquilo haciendo mis cosas sin nadie que me molestara, tal vez hasta tendría tiempo de ver un poco de porno en la pantalla de la sala.
    
    Vivimos en una casa que fue adaptada por lo que solo es son dos casas amplias como si fueran departamentos, una frente al otra, compartimos un jardín en la parte trasera con los vecinos y entre ellos y nosotros hemos planeado poner una piscina, pero eso es otra historia.
    
    Entre a mi casa sin preocupación y lo primero que me llamo la atención fue el bolso de mi mujer sobre una mesita, “¿ya ha regresado?, no fue a trabajar o aún no se va?” temí que mis planes se arruinaran, pero me fijé en algo más, un saco sobre el sillón.
    
    Sabía lo que me esperaba, me quité los zapatos para que no hacer ruido y subí despacio las escaleras hacia la habitación, iba la mitad y sus gemidos ya los escucha perfectamente “a que cabrona” fue lo primero que pensé mientras seguía subiendo. Mi primer impulso fue entrar y hacer un escándalo, pero a pesar de todo iba calmado y me asome un poco por la puerta.
    
    MI mujer estaba sobre alguien que no veía, lo montaba con ganas, las manos de su amante apretándole ...
    ... una teta y ella gemía y decía algo que no alcance a entender. Llegue tarde al espectáculo porque al poco tiempo ella se quitó para darle una mamada, se la tragaba completa y su cabeza subía y bajaba como desesperada “ni a mí me hace eso”. Me quede mirando como mi esposa, con la que tenía sexo monótono, estaba tragándose otra verga como actriz porno. Tuve que quitarme de la puerta porque ella se movió, pero solo fue para cambiar de posición, ahora ella tenía el culo hacia mí, por lo me tapo la vista, pero escuchaba los ruidos y las arcadas que hacía con boca.
    
    Desconocido: así putita, trágatela toda ¿te gusta más que la de tu marido? Porque se ve que te falta verga.
    
    Vero: no te engañes, la de mi marido me gusta más. – y escuche nuevamente como se la volvía a chupar.
    
    Desconocido: te voy a dar por el culo.
    
    Vero: no, por el culo no.
    
    Automáticamente mi mirada se dirigió hacia su cadera. No tiene un cuerpo de modelo de esos esculturales, pero para mí seguía siendo uno de sus atractivos, aunque, ¿hace cuanto no la ponía yo en 4? ¿hace cuanto no me hacia una mamada a mí? ¿Es más, hace cuanto no le hacia una yo a ella? Ni siquiera me había dado cuenta de que se había depilado. jamás se había depilado completamente, normalmente se recortaba el vello, pero nunca completo.
    
    Me quite de la puerta, durante pocos segundo me quede pensando que hacer, honestamente no estaba enojado, estaba cachondo y tenía la verga durísima, como hace mucho no la tenia.
    
    Cuando los hombres ...
«1234»