1. El bañador rojo


    Fecha: 21/09/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    Eramos amigos desde niños, yo me sentía tan cómodo en su casa como él en la mía, inseparables. Mario y yo jugábamos, aprendíamos, y lo hacíamos todo juntos. Parecíamos hermanos mas que simples amigos.
    
    Hasta que las cosas empezaron a torcerse. Sus padres empezaron a llevarse mal y llegó el divorcio. Su madre se lo llevó con su amante a otra ciudad y perdimos el contacto. Hubo momentos en que pensé que no lo volvería a ver.
    
    Al que si veía de vez en cuando ya que seguíamos viviendo en el mismo barrio, a la vuelta de la esquina, era a su padre. Para entonces yo tenia diez y ocho años y Julio cuarenta y dos y se mantenía francamente bien. A veces nos cruzábamos por el parque cuando salíamos a correr. Nos encontramos una tarde calurosa de verano por la calle. Al reconocerme sonrió y me saludó.
    
    Él tenía noticias de Mario y entramos en el bar mas cercano a charlar. Resultó ser un oscuro y discreto pub. A nuestro alrededor parejitas se morreaban y metían mano y no todas eran chico-chica. Todo ello no contribuía a mi tranquilidad.
    
    Me contó que Mario iba a entrar en la universidad ese otoño. Nos alegrábamos ambos por él y charlando recuperaba la confianza que tenía antaño con su padre, Julio.
    
    Él siempre me había gustado y ahora que me fijaba más veía que estaba muy bueno, muy atractivo. Me propuso ir a su casa y echarle un vistazo a viejas fotos. Pasaríamos un rato divertido recordando tiempos pasados.
    
    No tenia otra cosa que hacer y me alegré de pasar un rato mas ...
    ... con él. Confiado y contento a su lado nos dirigimos a su piso. Hacía mucho calor, así que lo siguiente era algo natural. Al entrar se sacó la camiseta dejándome ver su cuidado y lo que para mi fue una sorpresa, depilado torso, se quedó solo con los vaqueros. Me dijo:
    
    - Ponte cómodo.
    
    Y me ofreció una bebida, una refresco, por el calor que hacía y que yo empezaba a tener no solo por la temperatura. La cosa se ponía interesante, con los vasos en la mesa veíamos álbumes con fotos de otros veranos, de vacaciones que pasamos juntos, las dos familias en la playa.
    
    Parecía casualidad que en la mayoría de las fotos Mario y yo estábamos en bañador o sin camisa. Lucíamos nuestros jóvenes cuerpos delgados y por entonces ya sexys. Ya empezaba a tener mucho calor y no era solo la temperatura. En ese momento me quité la camiseta y la eche a un lado sentado junto a él en el sofá. Julio me miró de reojo con aprobación y una sonrisa.
    
    Señalé una foto en la que él todavía tenía vello por el cuerpo y en la que él lucia un pequeñísimo bañador speedo. Recuerdo quien hizo esa foto... Fui yo cuando empezaban a gustarme los hombres.
    
    Lo vi tan sexi en la playa con esa reducida prenda que no pude aguantarme cuando tenia la cámara en la mano. Pero nunca conseguí quedarme con una copia de esa foto. Le dije:
    
    - ¿Cuando ha cambiado eso? Parecías un oso peludo.
    
    - Hace tiempo. Se siente mas suave así ¿No te parece?
    
    - Pues yo si estoy mas suave así... Pero contigo... Aún no lo sé. Jejeje ...
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