Mi hermana melliza, Jóse y yo de fiesta en casa
Fecha: 10/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos
... introducirla para darle pequeñas succiones, a la vez que con sus delicadas manos hacía unos movimientos de arriba hacia abajo y girando la mano como si tratara de un acelerador de moto. Cuando ya estaba excitadísimo, cerró la canilla del agua, me tomo de la mano y saliendo de la ducha, comenzó a secarme, luego hizo lo propio con ella, muy sensual y con movimientos dignos de una película, cuando se agachaba a secarse las piernas, rozaba con sus labios mi pene, alguna que otra pasada de lengua y se la engullía. Al terminar de secarse, me tomo de la mano fuimos caminando desnudos hacia mi pieza. Al entrar, grande fue mi sorpresa, mi hermana estaba allí sentada en un sillón, con una sonrisa inmensa en su rostro. Jóse me acerco a mi hermana e hizo un intercambio, quedando yo sentado en el sillón. La tomo de la mano y fueron al centro de la habitación, previo e esto mi hermana me dio un gran beso en los labios, dejando que nuestras lenguas se encuentren por primera vez.
No podía creer lo que estaba viendo y viviendo.
Tomadas de la mano fueron hacia el centro del cuarto, la camisa que llevaba puesta Cristina, estaba abierta, sus pechos asomaban entre tímidos y curiosos, Jóse comenzó por desprenderle el pantalón que cayendo hasta sus tobillos me permito apreciar el culo de mi hermana, enfundado a medias por una tanga de un color rojo que contrastaba con la palidez de su cuerpo.
Un brillo en la parte delantera de esa tanga me llamo la atención.
Las manos de Jóse entraron ...
... en acción, acariciando el cuerpo de Cristina, su piel se erizaba, con cada caricia ese brillo en la tanga se hacía más copioso, transformándose claramente en humedad.
Las caricias en sus hombros, permitió que la camisa termine reposando en el suelo.
Mi hermana colaboro para sacar la prenda interior que le quedaba, dejándome ver una entrepierna y pubis perfectamente depilados como así también su amiga.
Al son de una música inexistente, se abrazaron para danzar, pechos con pechos, sus bocas se trenzaron en un beso, que para mí fue interminable, ambas dejaron descansar sus manos en los glúteos de la otra, mientras me observaban con cara de lascivia por arriba de sus hombros en cada vuelta.
En estado de máxima excitación y cuando estaba gozando de la vista que me ofrecían, como si se hubieran puesto de acuerdo, ambos cuerpos desnudos se pararon frente a mí, desafiantes pero ingenuos, extendieron sus manos invitándome a levantar mi cuerpo del sillón, tome el ofrecimiento como un convite a bailar, cosa que hicimos los tres.
Deslice mis manos por sus piernas, acariciando la erizada piel de ambas, bajando por sus flancos y subiendo entre ellas. En sincronía las fueron abriendo lentamente a medida que me acercaba a sus partes deseosas de sexo, toque los labios vaginales, eleve la mirada y observe una media sonrisa en sus labios, sonrisa entre gusto y placer.
Se pusieron de espaldas a mí, pegando sus culos a mi pelvis, lo que me permitía acceder a sus triángulos del ...