1. Por andar provocando a mi suegro


    Fecha: 15/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... distinta a la que sentía con Don Francisco pero igual de placentera, adoraba tener su enorme verga dentro de mí, era inaudito, le estaba siendo infiel a mi marido con su propio padre, ya no me importó, me hacía el amor de una forma alucinante.
    
    - Agggh, Dios mío, que ricooo, ahhh, siga Don Manuel, más duro, aggghh, así, rómpame la conchita, agghh,
    
    Veía su cara, gruñía de placer, se había puesto roja, me veía con una mirada libidinosa, pervertida, sonriendo al ver cómo me hacía gozar y gritar de placer, a medida que arreciaba sus embestidas, su frente escurría sudor, pensé que pronto estallaría en mi interior, faltaba poco, cuando de pronto saca toda su verga de mi coñito.
    
    - Aggghhh, espera nena mía, espera, aghhh, me vas hacer correr y todavía no quiero, antes tengo que romperte ese lindo culo que me tiene como loco.
    
    Se levantó y de la cómoda sacó una botellita de aceite de bebé, lo vi abrir y echar un chorrito a su gruesa y dura herramienta, lo embadurnó bien y quedó brillante resaltando las venas y su roja cabeza, se veía imponente, colosal, sentí un escalofrío al imaginarme esa gruesa tranca abriéndome la colita, seguramente me partiría en dos.
    
    Me tomó de la cintura y me acomodó boca abajo.
    
    Que colita tan hermosa y carnosa tienes putita, no sabes como la voy a disfrutar- expresó.
    
    Acariciaba mis nalgas y recorría con el empeine de la mano el surco entre mis nalgas, lubricando el canal, llenándolo de aceite de bebé,
    
    Me dijo que abriera más mis piernas ...
    ... y me metió dos dedos embadurnados de aceite, resbalaron profundo y los empezó a meter y sacar, asegurándose de lubricarme muy bien por dentro, cerré los ojos y gemí levantando más la colita, me estremecía.
    
    - Aggghhh- se me escapó un gemido.
    
    Deseaba que me empalara, aunque sentía miedo con tremendo pedazote, así que le pedí que lo hiciera con cuidado.
    
    - Quiero tu verga, quiero darte la colita, pero métela despacito, no me lastimes, ¿Me la va a meter despacito Don Manuel?
    
    - Voy a ser suave nena, no quiero lastimarte, al contrario, quiero que goces para que me des siempre tu rico culito, algo te va a doler, pero no tengas miedo, entrégate a tu macho, te voy a volver loca de placer con mi verga.
    
    Sentí como puso su verga entre mis nalgas y me pinceleaba toda la rajita, presionaba justo en la entrada de mi culo y la retiraba, estaba tan jugosa, chorreaba precum, sentía tan rico que fui relajando la colita, sentía la tibia cabeza acariciando mi esfínter, una suave caricia, suave y tersa como la piel de un bebé, un contacto tan íntimo y tan delicioso, su mano presionó mi cintura haciendo que quebrara más la cintura y levantara más la colita y en ese instante sentí que mis pliegues se abrían y entraba la cabeza, di un grito y un respingo, más que de dolor, fue puro placer, me encantó como abrió mi colita.
    
    - Ya está nena, tienes toda la cabeza dentro, sigue apretadito, pero no me engañas, este hoyito ya ha sido usado, mmmm, que rico, mi hijo te coge como putita.
    
    No ...