1. Un buen reencuentro


    Fecha: 19/10/2024, Categorías: Intercambios Autor: Cinzia St, Fuente: CuentoRelatos

    ... sentir su mirada sobre mí, así que ya no tenía cuidado con mi vestido, si se me subía, así lo dejaba, de hecho me levantaba y me inclinaba a propósito y por nada justo en frente de el para que me viera el trasero, hasta abría las piernas para que viera que no tenía lencería.
    
    Era más que evidente que todos en la sala se dieron cuenta de lo que estaba haciendo, mi esposo solo me sonreía, la compañera de Fer hacia pose de querer continuar con la intensión, así que se le inclinaba muy sugestivamente a mi esposo y el simplemente se dejaba.
    
    Ya no había manera de escapar por si alguien así lo pensó, Fer se levantó hacia mí y tomándome de la cintura, me dijo que me veía riquísima así vestida y bien ventilada, fijando su mirada en mis senos me dijo: no sabía que tenías piercings en tus senos.
    
    Con una actitud bastante cachonda, puse mis manos en mis senos, juntándolos y levantándolos, para pellizcar mis pezones y jalando los aretes, diciéndole, es sexy traerlos, escuche un muy profundo suspiro, y debajo de sus pantalones un bulto, sin manera de esconderlo.
    
    Voltee a ver a mi marido y ella estaba sentada junto a él, del otro lado de la mesa, no podía ver nada de lo que pasaba debajo, pero era más que evidente de que ella ya tenía la verga de mi marido fuera del pantalón en su mano y la mano de el en ella.
    
    Fer nos miraba a todos sin saber qué hacer, como sea su acompañante era una más, una de paso, pero yo si tengo un título de alguien más; me acerque a decirle que ...
    ... estaba bien, que es lo que se dio y creo que todos queremos, volteando a ver a mi esposo que únicamente se veía parte de la cabeza de ella con el clásico movimiento de estar mamándole la tranca, mi esposo le dijo, no tengo problema, de cualquier manera lo que pase aquí, aquí se queda.
    
    Fer me abrazo y comenzamos a besarnos, mientras sus manos recorrían mi cuerpo por donde más se le pegaba la gana, me tomaba de las nalgas estrujándolas fuertemente para pegarme más a su ingle, y sentir su enorme erección en mi vientre, se frotaba ligeramente haciendo sentir como me empujaba su verga en mi pubis.
    
    Mi esposo, tomo a la visita de las nalgas, cargándola y llevándola al sillón para tirarla y abrirle las piernas para darle un rato de lengua, era la visión más caliente que había tenido de mi esposo, sentí que hasta las orejas se enrojecieron de lo mucho que me calentó verlo, con su pene grande y duro sobresaliendo por debajo de ella.
    
    Fer en ningún momento dejo de atenderme, ya me tenía desnuda, me chupaba mis senos jugueteando con los piercings, me daba jalones con sus dientes haciéndome gemir de dolorcito.
    
    Lo lleve al sillón junto a mi esposo y su compañera, lo senté, me arrodille y me metí su tranca en la boca, estaba decidida chuparle hasta lo que nunca le han sacado, me lo metía hasta la garganta, fuerte y rápido, el solo se dejó llevar, relajando las piernas y tomándome de la cabeza para empujar más; junto a nosotros ella gemía fuertemente, levantando las piernas y ...