1. Las enormes tetas de mi hijastra y nuestra gran follada


    Fecha: 19/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Suberina1, Fuente: CuentoRelatos

    ... aceptó, me levanté y fui a la cocina para prepararlo, echándome yo otro para acompañarla. Cuando llegué con ellos al salón mi sorpresa fue tremenda y mayúscula al encontrármela cruzada de piernas mostrando sus preciosas medias sexys de color carne y parte de las tirantas de su liguero, que se dejaban entrever al subírsele la minifalda. Al verla solo pude exclamar "¡Jodeeer, madre mía Rocío, amor mío!", respondiéndome ella "¿Te gustan, eh...? Sabía que al verme así te pondrías muy caliente y cachondo y eso me encanta".
    
    Sara lo ultimaba todo en la habitación para marcharse de inmediato mientras que nosotros nos tomábamos el café con tranquilidad sentados en el tresillo aprovechando yo para, sin que nos vieran, meter mi mano en la entrepierna y en el coño de Rocío y acariciarla por encima de las medias y del tanga mientras que ella hacía lo propio con mi ya durísima polla por encima del pantalón.
    
    Varios minutos después y tras guiñarnos un ojo a ambos, Sara y los niños salieron del piso y se marcharon quedándonos solos Rocío y yo. Por nuestra tremenda excitación no aguantamos ni dos minutos y comenzamos a meternos mano mutuamente mientras nos besábamos con toda la pasión y calentura del mundo ya muy cachondos y deseosos el uno del otro.
    
    Tras desfogarnos un poco, Rocío se levantó y se dirigió a la cocina para servir otro café y tomarlo sentados en el tresillo del salón antes de "entrar en acción". Cuando la vi levantarse y de pie en la cocina con la minifalda medio ...
    ... levantada, mostrando sus medias sexys, las tiras del liguero y sus tacones inmensos, no pude por menos que levantarme e ir tras ella.
    
    Con mi polla ya bien tiesa comencé a refregársela por detrás para que la sintiese bien dura en su culo por encima de la minifalda mientras que con mis manos la abrazaba por la cintura besando al mismo tiempo su cuello, desplazándolas hacia arriba para comenzar a acariciar y masajear sus enormes tetas por encima de su excitante camisa de seda, unas tetas que se encontraban libres de sujetador y botaban sueltas, notando con rapidez cómo sus grandes aureolas y pezones iban endureciéndose al tiempo que ella me decía "¡Qué ganas tenías de tener en tus manos mis grandes tetas, cabrón.
    
    Te lo llevo notando desde hace mucho tiempo, viendo cómo me las miras cada vez que me tienes frente a ti. Goza con ellas, son tuyas. Agárramelas fuerte y sóbamelas, que me encanta y me pone muy cachonda. Me tienes muy caliente, hijo de puta. Sigue... Sigue... Sóbamelas! ¿Te gustan, cabrón... Te gustan mis tetas...?".
    
    Acto seguido se dio la vuelta y se puso frente a mí, nos abrazamos y morreamos y mientras le pasaba un brazo por el cuello le metí mi mano derecha dentro del tanga para acariciarle su peludo coño y sus labios ya húmedos por el calentón. Le abrí la camisa poco a poco y ante mí aparecieron las tetazas que llevaba tanto tiempo deseando y por las que suspiraba. Comencé a besárselas y chupárselas con énfasis y terrible deseo. ¡Qué par de enormes tetas, qué ...
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