Las enormes tetas de mi hijastra y nuestra gran follada
Fecha: 19/10/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Suberina1, Fuente: CuentoRelatos
... Las veces que me he corrido gracias a ti, zorra. Me vuelves loco, perra!". Acto seguido le pedí que se apartase y se pusiese de rodillas ante mi polla soltando una inmensa cantidad de leche en su boca que ella se encargó de tragarse mientras me miraba con ojos de puta viciosa y limpiaba mi capullo con su lengua.
Tras la espléndida follada, ambos procedimos a tomarnos un descanso en el que no faltaron las caricias, besos y calientes morreos que poco a poco fueron calentándonos de nuevo, descanso que aprovechó Rocío para hacerme una nueva mamada sentado yo en el tresillo y para chuparme la polla de arriba a abajo a la perfección, algo que me dijo la maravillaba y volvía loca, pidiéndome que le prometiese que cada vez que ella quiera se la dé para que goce, asintiendo yo con mi cabeza y replicándole que ella también tenía que estar para mí cada vez que yo tenga ganas de follarla, lo que también aceptó encantada.
Mientras proseguía con su gran mamada a mi polla le dije "¡Pónmela bien dura, puta guarra, porque quiero follarte ese grandioso coño que tienes a cuatro patas y te la voy a meter por el culo para que goces como tiene que hacerlo una puta como tú!". Estas palabras mía provocaron que ella se pusiese nuevamente cachonda perdida, le pedí que cesase en su extraordinaria mamada y con mi rabo ya todo duro y erguido la situé en el tresillo a cuatro patas introduciéndolo de nuevo hasta lo más profundo de su coño mientras ella, solo con sentirlo volvió a comenzar a jadear ...
... y gemir como una posesa. ¡Qué gozada tan inmensa follarla así mientras le cogía fuertemente sus majestuosas tetas por detrás!
Solamente el verla en esa posición, con sus medias, liguero y tacones puestos, provocaban en mí inmensos deseos de correrme otra vez. Poco a poco fui acelerando mis embestidas hasta que decidí clavársela con suavidad en su culazo inmenso al tiempo que ella se tocaba el coño desesperada de placer y me decía "¡Fóllame el culo, hijo de puta, fóllamelo y no pares! ¡Qué gusto me das, cabrón! ¡Soy tu puta, soy tu puta guarra y zorra! ¡Métemela así y no pares, por Diosss...! ¡Sigueee... Sigueee...! ¡Me voy a correr otra vez, me voy a correeer...! ¡Me corro... Me corrooo... Me corroooo...!", mojando abundantemente el tresillo con su delicioso néctar juvenil mientras yo tocaba y frotaba su coño por detrás con mis dedos, chupaba su corrida y aceleraba mis envestidas sin detenerme para gran gozo de ambos.
Seguidamente, Rocío volvió a pedirme que me corriese dentro de su coño para sentir mi leche caliente y que la preñase, algo que no quería, diciéndome que no me preocupase porque tomaría la píldora del día después si me corría dentro. Esta petición aumentó aún más mi calentura por lo que saqué mi dura polla de su culo introduciéndola de nuevo en su coño mientras acariciaba y sobaba las grandes cachas de su culazo a cuatro patas.
Continué follándola con fuerza cuando, minutos después, entre gemidos y jadeos le anuncié mi monumental corrida: "¡Me corrooo, ...