1. El profesor de mis hijas me enseña a dar el culo


    Fecha: 22/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... siento sus dedos embadurnados tocar mi arrugada entrada, al contacto me puse tensa y apreté las nalgas.
    
    - Tranquila amor, no aprietes, tienes que estar tranquila y disfrutar, te va a gustar.- me dijo al momento que tomaba una almohada y la ponía bajo mi vientre
    
    Intenté relajarme, al sentir nuevamente sus dedos sentí cosquillas pero no apreté, su dedo empujó y sentí que la punta de su dedo se introducía en mi ano y lo hacía girar, presionando mis paredes internas, se sentía raro, pero no me dolió.
    
    - Que estrechito hoyito, te tengo que dilatar bien para que no te duela, afloja bien, pronto estarás gozando.
    
    Aflojé más la colita y al momento de hacerlo sentí que todo su dedo se deslizaba en mi interior, con mis manos alcancé una almohada y ahogué un largo gemido .
    
    No sentía dolor, al contrario, estaba gozando del placer que me daba su largo dedo, lo tenía enterrado muy profundo y sentía como mi culito se contraía y relajaba apretando suavemente su dedo, lo empezó a meter y sacar frotando mis pliegues internos, cada vez sentía que entraba y salía más fácil , cuando metió otro dedo apreté los dientes, sentí una pequeña molestia, pero en segundos se transformó en placer, me estaba dilatando como un experto, casa vez sentía la colita más flojita y empecé a mover el culo en círculos, me encantaba sentir sus dedos dentro de mí.
    
    Alejandro sonrió y dijo:
    
    - ¿Te está gustando?, Verdad, sabía que te gustaría, tienes un culo divino y sería un desperdicio no gozarlo como ...
    ... se debe.
    
    Sacó sus dedos y sentí un vacío, me faltaban sus dedos y volví a culear pidiendo que los volviera hundir al tiempo que levantaba la vista y veía por el espejo como se embadurnaba de crema la inmensa verga, el imponente hongo rojizo brillaba, era imposible que entrara en mi pequeño orificio y volví a tener miedo.
    
    - Ay Alejandro, tu verga es tan grande, no creo que pueda entrar en mi culo.
    
    - Shhh, tranquila, tu culito dilata muy bien, verás que si se puede, solo relájate y disfruta.
    
    Me tomó de las nalgas y me puso en posición, me pidió abrir bien mis piernas y quebrar la cintura, pronto sentí la cabeza del enorme nabo tocar mi esfínter, se sentía divino, la cabeza era tan tersa, sentía su calor y palpitar, presionó un poco y dejó de presionar, solamente refregando la enorme cabeza contra la arrugada entrada en forma circular.
    
    Me preguntó:
    
    - ¿Te gusta nena?
    
    Afirmé con la cabeza, me encantaba la sensación.
    
    En eso presionó más mi espalda para que quebrara más la cintura, dejando mi culito más levantado, me tomó de la cintura e hizo el primer intento por penetrarme, era demasiado gruesa, mi esfínter se iba abriendo y estirando sentí mucho dolor, como si me rasgaran por dentro, me aventé hacia adelante y apreté las nalgas, haciendo que la verga resbale hacía arriba y recorriera mis nalgas sin lograr penetrarme, me quejé:
    
    - Noo amor, es demasiado gruesa, no entra, dueleee.
    
    - Tranquila amor, no estabas lo suficientemente relajada, es verdad que ...
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