Su profesor particular (capítulo I): La proposición
Fecha: 24/10/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Edstaston, Fuente: CuentoRelatos
Elena era una joven atractiva. Estaba acostumbrada a sentir las miradas de los hombres sobre ella. Además de eso, era una estudiante brillante. Iba a empezar su último año de carrera en la universidad y esperaba poder seguir en la misma línea de excelentes calificaciones para poder optar a una beca de formación de post-grado fuera de España.
Le preocupaba especialmente una asignatura. El profesor responsable, Tomás A., era un hombre de un gran prestigio académico e investigador. Autor de numerosas publicaciones, era un cotizado conferenciante. También era enormemente duro y exigente con sus alumnos. No era raro que alumnos que llevaban una trayectoria inmaculada durante la carrera, tropezaran en su asignatura y no pudiesen acabar la carrera en junio. Como a Tomás le gustaba decir en su presentación de principio de curso, “tened claro que para aprobar esta asignatura vais a tener que trabajar duro. No importa lo hecho hasta ahora, aquí empezáis todos de cero”. Eran muy pocos los estudiantes que obtenían matrícula de honor.
El curso acababa de comenzar. Tomás había tenido que dejar el coche en el taller el día antes y aquella mañana usó el transporte público para ir al campus universitario. Subió y tomó asiento. Entonces se fijó en la preciosa chica que estaba sentada frente a él. Hacía calor y ella llevaba un vestido corto que dejaba ver unas piernas increíbles.
Tomás no pudo evitar sentir cierto cosquilleo en el estómago cuando ella sacó uno de sus pies de las ...
... manoletinas rojas que llevaba. Efectivamente, Tomás sentía debilidad por los pies femeninos. Cuando veía una mujer atractiva con pies bonitos, no podía evitar mirarlos y excitarse. Desde muy niño, había sentido esa irresistible atracción por los pies femeninos y, desde muy niño también, había tenido fantasías en las que servía y adoraba a atractivas mujeres y, sobre todo, sus preciosos pies.
Elena, que era la joven mujer que estaba sentada frente a él, le pareció tremendamente atractiva y, cuando empezó a meter y sacar sus pies de los zapatos y jugar con ellos, no pudo evitar mirarlos. A pesar de que llevaba un libro y fingía leer, no pudo pasar ni una sola página durante todo el trayecto, pues no podía apartar su mirada de Elena y de sus preciosos pies de deditos largos y bien formados. Se imaginaba pasando su lengua por cada rincón de aquellos maravillosos pies.
Tomás no conoció a Elena. Ni se imaginó que fuese alumna suya. Ese transporte lo usaban muchos universitarios de diferentes facultades que estaban en el campus. El curso acababa de empezar, sólo habían tenido un par de clases y, además, él no era nada bueno recordando caras.
Por supuesto, Elena sí que reconoció a su profesor al instante y estuvo pendiente de él durante el trayecto: de la ropa que llevaba, del libro que leía –o intentaba leer- y, por supuesto, de las miradas que le dirigía. Se dio cuenta de cómo miraba sus piernas, lo cual no le sorprendió, pues era una mujer muy atractiva y estaba acostumbrada a ...