1. La fantasía que me llevó a convertirme en una esposa liberal


    Fecha: 02/11/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Vanesa Vixen, Fuente: CuentoRelatos

    ... “tranquilo”, donde yo estaría dispuesta a concederle todo lo que él me pidiera.
    
    Mi amante y yo entrábamos una habitación de un motel, me gustan las que tienen garaje aunque no vaya uno en auto, para mí son más cómodas por la privacidad.
    
    Una vez adentro del garaje, besarnos apasionadamente en las escaleras que conducen a la habitación donde yo me moría de ganas por ser la mujer de mi amante.
    
    Él me ponía de espaldas y me tomaba por la cintura, así subíamos hacia la habitación sintiendo todo su cuerpo y su miembro que unos momentos más sería todo mío.
    
    Dejaría que me hiciera lo que quisiera porque con un hombre de color me volvería sumisa totalmente hacia él, le obedecería en todo lo que quisiera y obviamente no dejaría de pasar la oportunidad de tener entre mi boca ese gran trozo de carne que tienen entre las piernas, ese hombre de pie, yo quitando cada botón de su camisa hasta desprenderla totalmente de su torso, olerlo y besar su cuerpo. Una vez que entrábamos a la habitación me giraba frente a mi hombre y al mismo tiempo desciendo lentamente hasta quedar arrodilla y esperar que solo baje el cierre de su pantalón para que yo sola encuentre ese miembro para tratarlo bien, pues más adelante será el que me provoque gran placer, tenerlo en mis manos acariciarlo suavemente y darle pequeños besitos en su glande e introducirlo lentamente en mi boca, chuparlo y tragármelo para que aquel hombre extraño se convierta en mi único macho todo el tiempo que estuviéramos en aquel ...
    ... motel.
    
    Después de chuparlo por un largo tiempo, aflojar su cinturón para quitarle completamente el pantalón y ahora admirar todo su cuerpo totalmente desnudo ante mí, ponerme de pie y besarnos muy apasionadamente, ponerme delante de él y dándole la espalda porque es turno de que me quite el vestido y que caiga muy suavemente al suelo, quedando puesta solamente una tanga que he elegido especialmente para el encuentro, sentir sus brazos como rodean mi cuerpo al mismo tiempo que me besa el cuello y al oído me susurra que voy a ser solo suya. Estando apretada por los brazos de ese macho, me lleva al borde de la cama tan solo para que él se agache y gentilmente me baje la tanga y se dé cuenta de lo mojada y ansiosa que está mi almejita por recibir placer. Después imaginaba que me acostaría sobre la cama, y poner a su disposición todo mi sexo y que me dé un rico oral que tanto me gusta, que me meta lengüita, mojarme toda, señal inequívoca para recibir su gran trozo de carne entre mis piernas.
    
    Después tendría que llegar el momento más esperado por ambos, hacerme suya al colocarme boca arriba en posición de misionero y que me introdujera lentamente ese gran pene, sentirme suya y yo soltar un gran gemido, sentir el vaivén rápido y duro como me gusta, apretar su trasero mientras me tiene en esa posición, llenarlo de besos en su rostro y pecho mientras él me reclama como su mujer para finalmente fundirnos en un beso largo y apasionado y seguramente yo ya habría tenido semejantes ...