La clienta y la pareja de sumisos
Fecha: 04/11/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos
... ocultar el mensaje que estaba eliminando pulsó la tecla equivocada y lo envió. Por un momento no supo como reaccionar, luego, con la velocidad que solo da la desesperación, buscó la bandeja de salida. Era tarde, el email ya estaba en el buzón de su "enemiga". De repente empezaron a sudarle las manos, su pulso se aceleró y un nudo atenazó su estómago.
- Juan, ¿te ocurre algo? - insistió su interlocutora.
- Estoy bien. Voy a salir 5 minutos a que me de el aire.
El teléfono sonó en aquel momento y el trabajador tuvo un mal presentimiento.
- Dígame. - contestó con inseguridad.
- Hola, soy Marta y acabo de recibir tu email... Tenemos que hablar... Te espero mañana en mi casa, esta es mi dirección toma nota.
- Vale. - contestó Juan tragando saliva.
Luego fue al baño, tiró de la cadena y aprovechó el ruido del agua para tirarse un par de pedos. Su cuerpo era un manojo de nervios pero al menos, por el momento, evitaría que el agujero del ano le jugase una mala pasada enfrente de sus compañeros de trabajo.
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A las ocho en punto del día siguiente al desliz el timbre de la puerta sonó.
- Ya está aquí, vete a la habitación luego hago las presentaciones. - dijo Marta dirigiéndose a su "amiguita".
- Buenas tardes. - saludo Juan cuando se abrió la puerta.
El invitado llevaba puesto el traje de corbata del trabajo, solo le había dado tiempo a echarse unas gotas de colonia en cuello y muñecas. El erótico atuendo de Marta no paso ...
... desapercibido, el cuero realzaba las tetas de aquella mujer. Juan miró a su alrededor tratando de escapar al efecto hipnótico de aquel cuerpo lleno de curvas. La decoración del salón era moderna, sencilla, de líneas rectas. Había un sillón de tres plazas de color crema lleno de cojines de flores frente a una mesita de madera.
Marta le contempló sin disimulo de abajo a arriba y acercando sus labios al oído de su víctima dijo en un susurro al tiempo que le daba un azote.
- Bonito culete -
Juan olió el perfume de la anfitriona, se ruborizó y notó que el pene empezaba a crecer bajo sus pantalones de vestir.
- Al principio pensé en compartir tu email con mi jefe, pero pensé, ¿por qué no dar una oportunidad a este hombre?
- Eres muy amable. - dijo el aludido con sarcasmo.
Marta le miró y replicó con frialdad.
- La bondad tiene un precio, aun estoy a tiempo de compartir tus palabras con mi jefe.
Aquella mujer estaba chantajeándole. En una pelí el hubiese respondido con dignidad y valentía, inquebrantable ante la coacción. Pero en lugar de eso se rindió.
- No hace falta, haré lo que me digas.
Marta sonrió saboreando la victoria.
- Ven, tengo alguien a quien presentarte.
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Minutos después las dos mujeres y el invitado estaban de vuelta en el salón charlando de manera informal.
- Bueno, ya basta de chachara. Vamos a ponerte a tono. ¡Quítate los pantalones y la camisa!
Juan obedeció quedándose en ropa interior.
Laura y Marta se sentaron ...