Cogí a escondidas con el hijo del jardinero
Fecha: 04/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
Tenía 34 años y dos hijos cuando a mi esposo lo trasladaron a Arequipa. Era un importante ascenso en la empresa en la que trabajaba. Asumiría la jefatura de la región sur y el puesto incluía casa, gastos, y muchos otros beneficios. No me hacía mucha gracia dejar Lima, pero acepté pues económicamente era una oportunidad grande para la familia y, además, para su carrera un salto importante.
Arequipa nos encantó. La casa donde nos instalamos, alquilada por la empresa, era enorme, con un jardín muy grande en la parte posterior. Demasiado grande para una familia joven aún de 4 miembros y ni bien la vi me asusté de cómo podría mantenerla. Pero, para mi suerte, el acuerdo incluía una señora para limpieza, otra para que labores de cocina y apoyo con los niños y, además, un jardinero que iba cada 15 días.
Nos trasladamos en febrero. En marzo los niños empezaron colegio y todo ya estaba ordenado. Me quedaba demasiado tiempo libre y me aburría en casa mientras mi esposo trabajaba. Estaba pensando empezar a trabajar en cualquier cosa o estudiar algo para matar el rato. Evaluar opciones me mantenía entretenida. No necesitaba trabajar por dinero, sólo por hacer algo útil, así que decidí que eso haría. Estudiar me daba pereza así que descarte esa opción.
Estaba en la búsqueda de empleo cuando un martes me avisa la señora de limpieza que el jardinero quería hablar conmigo. Cada dos semanas iba a la casa, pero nunca me había pedido hablar. Su sueldo lo pagaba directamente la ...
... empresa en la que trabajaba mi esposo, por lo que me sorprendió el pedido. Pero igual acepté.
Bajé a recepción y lo encontré con un joven muy atractivo al lado. Me dijo que era su hijo que me pedía autorización para traerlo para que aprenda a trabajar con él. Le dije que, si era mayor de edad, de mi parte no había problemas. Me respondió que tenía 19 años y con eso quedó todo resuelto.
Desde la habitación podía ver el jardín. Ni bien se puso a apoyar a su papá se quitó la camiseta y quedó al descubierto un cuerpo joven y vigoroso mientras trabajaba. No un cuerpo de gym, sino de alguien acostumbrado a trabajar duro y tonificado por el esfuerzo físico de cada día.
La mañana me resultó muy placentera mirándolo y terminé, luego que se fue, masturbándome sobre la cama imaginándolo dentro mío. A los quince días volvió y como aún no tenía empleo, me deleité viéndolo desde mi ventana. Salí un rato al jardín para verlo mejor y luego me masturbé mientras lo miraba por la ventana, sentada sobre el sillón que teníamos en la habitación.
Conseguí empleo, en una oficina en el centro de la ciudad. Medio tiempo, de 8 am a 1 pm. Vivíamos cerca, así que caminando podía ir y regresar. Salía de casa luego que la movilidad recogía a mis niños y antes que mi esposo saliera a su oficina, que quedaba algo lejos, pero donde ingresaba a las 8.30 am. Retornaba a casa poco después de la 1 pm y me dedicaba a dejar todo en orden para cuando llegarán mis niños, hacia las 3 pm. Mi esposo siempre ...