1. En el primer concierto


    Fecha: 05/11/2024, Categorías: Gays Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacia delante. Ambos acabaron pegados, lo que dio a Héctor la ocasión perfecta para frotarse contra las nalgas firmes y prietas de Álvaro que gemía más, agarrado a la valla.
    
    –¿Tanga? –comentó haciéndose oír por encima de la música, inclinado totalmente contra el jovencito y palpando las nalgas y el pene del chico a través de la tela–. Me encanta cuando las putillas lo ponéis fácil.
    
    Álvaro sintió un tirón en la ropa y un pequeño chasquido cuando Héctor rompió el tanga con insultante facilidad. El joven notó como sacaba la prenda por detrás y se la guardaba en el bolsillo, hundiendo de nuevo la manaza dentro del pantalón, forzando a sus nalgas a separarse para poder alcanzar su ano. Su atención oscilaba como un péndulo: del escenario donde actuaba su banda favorita al manoseo que estaba recibiendo. Cuando se acostumbraba a sentir las manos de Héctor hurgando entre sus nalgas y podía centrarse en la música este volvía a distraerle a fuerza de jugar con su pene o ano, que poco a poco se iba dilatando a pesar de que aún no había decidido penetrarle.
    
    Decidido a ganar la batalla por la atención del joven Héctor introdujo un dedo en el ano de Álvaro, quien soltó un agudo grito que pasó totalmente desapercibido entre el maremágnum general. A su espalda Héctor sonrió satisfecho y le bajó los pantalones hasta que tuvo todo el culo del muchacho a su disposición. Las verjas de hierro le ocultaban por delante y su tamaño bastaba para ocultarle por detrás, lo que sumado a la ...
    ... escasa luz le daban la confianza suficiente como para poder tocarle a su antojo, moviendo el dedo dentro y fuera y añadiendo pronto un segundo que se unió al primero en la nada difícil tarea de estimular la próstata del joven.
    
    Con pericia comenzó a masturbar al chico que se aferró como pudo a la valla de delante. Aparentemente estaba embebido en el concierto, pero en realidad toda su atención se centraba en las manos de Héctor, que le masturbaba sin tregua. Su manaza abarcaba sin problemas el pene de Álvaro, de diecisiete centímetros. Retiraba el prepucio y le volvía a subir para descubrir y cubrir el glande y estimular el frenillo. Cuando la erección le impidió hacerlo bajó la mano por todo el tronco. Ahuecándola ligeramente aferró los testículos y les masajeo mientras seguía frotando el pene con la palma abierta. Con la otra mano no cesaba de penetrar el estrecho ano de Álvaro. Sus gemidos, aunque elevados, ni siquiera conseguían ser oídos debido al potente volumen.
    
    Héctor soltó el pene y los testículos del chico quien se relajó ligeramente. No sabía lo que planeaba, pero la tregua le permitió recomponerse y respirar hondo un par de veces. Por su parte, el gigante aprovechó para soltar su pantalón y bajar la cremallera. Su pene iba acorde a su tamaño, pues era grande, grueso y muy venoso. Cogiendo la mano de Álvaro le dobló el brazo hacia atrás para que pudiese masturbarle mientras él volvía a aferrar el pene del chico, masturbándole más deprisa. Esta vez apretó más la ...
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