1. Tremenda culeada a mi esposa borracha


    Fecha: 03/08/2017, Categorías: Incesto Autor: juancaballero, Fuente: CuentoRelatos

    ... violada con mi consentimiento.
    
    Cuando estaba por terminar me dijo que, si podía hacerlo dentro de ella y yo le dije que claro que sí, así sintiera más placer y así fue, le desocupó toda la verga adentro de sus intestinos y lo saco rápido, cuando se iba a ir, yo le dije que me esperara para salir los dos, no sin antes, meterle mi mano por debajo y darme cuenta que estaba llenita mi esposa de semen, su culito estaba un poco abiertico porque le entraba el dedo sin ninguna dificultad, ah que delicia.Salimos a la reunión y ya estaban muy pocos, Juan se sentó con Pedro y yo me fui a charlar con mi tía, desde lejos los vi muy animados hablando, yo sospeché que le estaba contando, pero no le puse más cuidado, me despedí de ellos diciéndoles que estaba mareado, que quería acostarme y así lo hice. Me acosté, no pasaron ni 15 minutos cuando sentí pasos y claro, lo que yo sospechaba, entraron Juan y Pedro tambaleándose y con una risita de esa que le da a uno cuando está un poco ebrio.
    
    Yo ya le había subido los pantalones a mi esposa, pero no se los había apuntado adelante de manera que se veían flojos en su culito, yo me quedé inmóvil, haciéndome el dormido, pero con los ojos medio abiertos mirando como Juan, le decía algo al oído a Pedro y éste se agachó y le empezó a bajar los jeans a mi rica esposa y a medida que se los iba bajando, acercaba la cara a su culito, yo creo que para que no se fuera a perder ni un solo de sus aromas. Seguía bajando y con la lengua le iba repasando la ...
    ... línea del culo descaradamente, claro ella estaba totalmente borracha, éste si le saco el pantalón totalmente y le empezó a abrir las piernas poco a poco y se fue hundiendo en su sexo, que me imagino como olía de delicioso. Yo estaba con la verga que no aguantaba, pero no podía hacer nada o sino a lo mejor ellos no seguían en su juego.
    
    Él se levantaba un poco para tomar aire y volvía y se metía en su rajita, le metía con fuerza la lengua en su ano y la volvía a sacar, estuvo, así como diez minutos y Juan masturbándose mirando la escena, hasta que al fin se paró Pedro y se bajó los pantaloncillos y le salta una verga de grandes proporciones. Él es de Montería, costa colombiana. Cuando yo se la vi me pregunté, ¿será que le cabe esa cosa en la pequeña vagina de mi esposa? Estuve a punto de parar todo, pero más pudo mi excitación, entonces él se acomodó encima de ella, así bocabajo como estaba, con la almohada metida debajo, se la fue metiendo, les cuento que casi me muero del gusto y del susto, porque cuando se la metió toda, ella hizo un movimiento como de pararse, pero la venció más la borrachera porque se dejó caer otra vez y siguió como dormida, pero gimiendo de vez en cuando, cada vez que él se la metía hasta adentro, ella gemía, pobre, mi rica esposa o no sé si afortunada, por ser una mujer tan bella. Bueno, él siguió hasta que se derramó adentro, con el mismo semen se lo untó por el culo y le metió los dedos, creo yo, porque no alcanzaba a ver muy bien, pero si le veía ...