Lo que me trajo el día de San Valentín
Fecha: 07/11/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
Sé que los he tenido un poco abandonados, pero espero ya estar de vuelta, el relato está desfasado por las fechas, pero creo que para ustedes siempre es buen momento para una lectura erótica.
Me gusta pensar en mí misma como una mujer conservadora y con clase. Pero tengo demonios muy dentro de mí que anhelan la excitación, la lujuria, la pasión y el peligro. Siempre han estado ahí, al acecho. A lo largo de los años, he llegado a llamar a mis demonios "mi puta interior". Lucho por controlarlos, pero siempre están ahí, con ganas de salir.
Ha habido numerosas ocasiones en mi vida en las que he dejado que mi puta interior se descontrolara. Por lo general, se desencadena por algún tipo de evento. Puede ser por depresión, soledad, una mala ruptura, rechazo, falta de autoestima o incluso demasiado alcohol. No estoy segura, pero dudo que sea la única mujer con este tipo de demonios.
Al haberme criado en un trasfondo conservador, después de uno de estos alborotos de mi "puta interior", siempre me siento culpable. Tal vez sea mi imaginación, pero siempre parezco recibir algún tipo de señal desde arriba siguiendo mis transgresiones, como si Dios supiera que soy una puta y él está mirando.
Esta es una aventura mas donde mi zorra interior salió a la superficie y tomó el control.
Día de San Valentín: habían pasado cinco días desde el fiasco de mi propuesta de matrimonio y la posterior ruptura con mi novio (Pato). Tenía un problema con el compromiso, y cuanto más avanzaba ...
... nuestra relación, más desafiante me volvía. Sí, las cosas se estaban moviendo rápido, y aunque había decidido que era muy joven para casarme, de alguna manera iba por ese camino. Parecía no tener control sobre mi destino. Cuanto más avanzaba por ese camino, más me asustaba y me rebelaba. Coqueteaba con otros hombres y decía o hacía cosas que lo molestaban para incitar una pelea. Parecía que hiciera lo que hiciera, siempre me aceptaba por lo que era, lo que a su vez me asustaba aún más.
Todo llegó a un punto crítico poco antes del Día de San Valentín. Llevábamos saliendo un tiempo y le había dejado claro que no quería casarme... aun. Entonces, cuando me llevó a un buen restaurante para supuestamente celebrar un ascenso en el trabajo, pero en cambio me propuso matrimonio, estaba en shock y no pude darle una respuesta. Mi sorpresa rápidamente se convirtió en ira por haber sido emboscada de esa manera. Emocionalmente, era bastante volátil, y esa noche se convirtió en una escena pública muy fea.
Mi novio herido y conmocionado me pidió que regresara a casa para que pudiera calmarme y poder hablar. Pero tomé unas copas y estaba demasiado molesta para ir con él. Salió del restaurante, esperando que me calmara y me encontrara con él en su casa.
En cambio, terminé conociendo a un chico. Y para resumir, se enteró de que tuve sexo con él y rompimos. ¡Misión cumplida! Con la ayuda de mi puta interior, finalmente había recuperado el control de mi destino, ¿o no?
Ahora era el día ...