1. Compartiendo amante


    Fecha: 11/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cinturón de la bata, él la tomó en sus brazos y la besó.
    
    - "¿Has vuelto con Debra?", le preguntó Sally.
    
    Jeff dijo que no, sacudiendo la cabeza de lado a lado.
    
    - "Pete se queda en casa los domingos... De todos modos ...", le dijo.
    
    - "De todos modos, ¿qué?", le preguntó Sally.
    
    - "Que tal vez sea el momento de que Debra y yo hagamos un alto."
    
    - "Y... ¿Por qué vas a hacer eso?", le preguntó sorprendida.
    
    - "¿Qué... Por sexo?"
    
    Sally asintió.
    
    - "Tendré que encontrar a otra persona cuyo esposo juegue golf un domingo y se vaya de viaje de negocios entre semana."
    
    - "Eso puede ser difícil", le dijo ella sonriendo.
    
    - "¿Y alguien a quien le guste que cocine un pollo mal cocinado antes de follarla?"
    
    Ella sonrió de nuevo cuando él la atrajo también para darle otro beso.
    
    - "Creo que conozco a la persona", le dijo Jeff.
    
    Su mano se deslizó por debajo de su vestido y entre sus piernas.
    
    - "Me pongo jodidamente caliente contigo", continuó diciéndole Jeff mientras la apoyaba contra la mesa de la ...
    ... cocina.
    
    - "Espero que no me vayas a follar sobre esta mesa de la forma en que te follas a Debra y me pegues palmadas en el culo y cosas por el estilo", le dijo.
    
    Unos minutos más tarde estaba acostada boca abajo en la mesa de la cocina con su bata levantada sobre sus caderas y bragas alrededor de sus tobillos.
    
    Una de las manos de Jeff estaba agarrando un puñado de su largo pelo castaño rojizo mientras la otra golpeaba su culo con fuerza, mientras la estaba follando.
    
    De pie, detrás de ambos, en la puerta de la cocina estaba Debra con una gran sonrisa en su rostro... Ella los observó durante minutos, hasta que Sally la vio.
    
    Ella le sonrió y le hizo la señal de silencio con los dedos y luego retrocedió por el pasillo y salió por la puerta principal.
    
    Estaba muy contenta consigo misma por los esfuerzos que había hecho para poder emparejarlos, que se habían cumplido totalmente... Ahora las dos amigas compartirían un macho y quizá, por que no, lo podrían hacer al mismo tiempo, una delante de la otra, sin pudor. 
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