1. Comprando sungas para el verano


    Fecha: 12/11/2024, Categorías: Gays Autor: Argentinocalent, Fuente: CuentoRelatos

    ... permiso, me manda la mano sujetandome el bulto. Mi pija como reacción inmediata se pone dura, y me dice: es enorme papi! Me mira, lo tomo del hombro y lo empujo hacía abajo.
    
    Comienza a pasarme su cara por el bulto y su lengua por encima de la cintura.
    
    Se detiene, me mira, y me dice: aguarda!
    
    Sale, va hacia la Computadora, apaga la cámara de seguridad, se mete de nuevo en el probador y cierra la cortina. Me baja la sunga y empieza a pasarme la lengua por los huevos, por la pija, La sujetaba con una mano y con su lengua hacía todo el recorrido. Yo estallaba por la situación que estaba viviendo y por el morbo que me generaba este chico.
    
    Empezó a succionar de a poco haciendo que entre en su boca de a poco. Trataba de mandarsela hacia la garganta pero no cabía completa en su boca. Me tomaba de mis muslos, me los acariciaba, respiraba con dificultad e intentaba que le llegue hasta el fondo.
    
    Yo: despacio, tranquilo.
    
    Él: es enorme, me encanta. Y nuevamente se la lleva a la boca, así estuvo un rato, ya cansado, con la cara hinchada por la presión que hacía por las arcadas. Tosía, tomaba aire, se recuperaba e intentaba seguir. Otra vez, su lengua se paseaba por todo el tronco, mis huevos. Me masturbaba, y le escupia. Su saliva era lubricante. Siguió chupando. Ya cansado, lo levanté, y me puse a apretarle el orto. Se desabrochó el pantalon y me mostro la tanga blanca que usaba. El orto era un chocolate hermoso redondo que generaba un hermoso contraste con mi pija ...
    ... blanca y mis huevos rosados.
    
    Me dijo: por favor, no me cojas que no estoy preparado. Se agachó, se puso a pajearme y mamarmela. A los minutos le dije: voy a acabar, voy a acabar, ah ah ah... ahhh... ahhh... Se la dejó en la boca y empecé a lanzar chorros de leche. Él cerró los ojos y se tragó todos y cada uno de ellos, dejando incluso caer lágrimas por la presión que ocurría en su boca. Se limpia con el puño, la toma con su mano y me pajeaba suavemente hasta extraer la última gota.
    
    Yo casi caigo rendido sobre el banquito donde se encontraba mi ropa.
    
    Él se pone de pie, se acerca al mostrador, toma un pañuelo, se limpia la cara, tose, bebe un trago de agua que tenía en una botella, y exhala agitado.
    
    Yo sonriendo por la situación y decidido a comprar, me visto, tomo el Negro XL, el blanco y el rojo. Le dije: llevo estos 3.
    
    Él enciende nuevamente las cámaras, se re acomoda la ropa y me dice: como abonas?
    
    Yo. Con tarjeta. Le doy la tarjeta, pasa las prendas por el lector, me cobra. Pone todo en una bolsita con la mayor seriedad y le digo: toma, te dejo mi telegram por si me quieres escribir para arreglar algo con mas tiempo.
    
    Él. Dale papi (en voz baja) estuvo delicioso. Haciendo un gesto de grandeza con la mano. Te escribiré. Te ofrezco algo más.
    
    Yo: no, mas que suficiente. Gracias
    
    Me fui, relajado, contento y caminé hacia donde dejé el coche.
    
    Esto paso hace dos semanas, si bien el muchacho me escribió y hablamos y nos pasamos fotos, aún no pudimos ...