1. Jeny y Helen


    Fecha: 27/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... faltaba poco, la saqué y ella se incorporó rápidamente y me la mamó hasta llegar al final, tragándose todo mi semen. Nos tumbamos boca arriba en el colchón. Se me había olvidado Helen. La busqué con la mirada y la encontré al otro lado de la habitación, sentada en un sillón y masturbándose. Me levanté y fuí hacia ella.
    
    Le di un beso en la mejilla, me arrodillé y le abrí las piernas, hice que las pusiera sobre mis hombros, y besé y chupé su almejita, metíéndole la lengua. Se volvía loca de placer. Yo me estaba poniendo en forma otra vez. La levanté en volandas y la llevá al colchón tumbándola. Me puse encima suyo y se la metí poco a poco.
    
    Como era normal por ser más jovencita, ésta tenía el coño más estrechó, lo que me proporcionaba bastante más gusto. Helen hizo un gesto para que diéramos la vuelta y accedí. Ahora era yo el que estaba boca arriba y ella sentada encima de mí con la tranca metida y subiendo y bajando. Yo al mismo tiempo le acariciaba sus tetas, pequeñas pero duras. Su hermana Jeny ...
    ... me estaba chupando los huevos y le metía un dedito en el culo a Helen. Helen se corrió con unos espasmos terribles.
    
    Después se sacó mi polla y las dos hermanas comenzaron a mamármela. Iba de una boca a otra, se la tragaba una, se la tragaba la otra, se peleaban, me metían un dedo en el culo, reían, hasta que finalmente una de las veces en que Helen se la metió le aguanté la cabeza con mis manos hasta correrme en su boca y su garganta. Se bebió toda mi leche. Después le dió un morreo a su hermana, como compartiendo lo que acababa de degustar.
    
    Luego las dos se acostaron a mi lado y nos durmimos. Cuando desperté eran las siete de la tarde y ellas ya no estaban. Las busqué por la casa y no las encontré. Cogí mi camiseta, mis zapatillas y mi libro y me fuí. Ya no las he vuelto a ver. No aparecieron nunca más por la playa, y cuando yo me acercaba al chalet nunca encontraba a nadie.
    
    Todo me pareció un sueño, pero no. Fue totalmente real. No puedo dejar de masturbarme pensando en ese día. Fue alucinante. 
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