1. Reencuentro con mi mejor amante antes de su boda (2)


    Fecha: 15/11/2024, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... abajo, en cada embestida hacia arriba todo mi cuerpo se elevaba sin mayor apoyo que su verga dentro de mi culo, la profundidad de cada penetración era máxima, me sentía una muñeca de trapo en sus manos, mi vista se nubló, mis ojos se pusieron en blanco, la sensación de su verga frotando mi interior me hacía ver las estrellas, ya no pude aguantar más, mi verga explotó y chorros de tibia leche salieron disparados sobre su vientre y pecho, todo mi cuerpo empezó a convulsionar, al tiempo que arreciaba todavía más ritmo de la cogida, segundos después sentí su verga ensancharse y chorros y chorros de semen caliente y espeso inundaron mis entrañas, con vibrantes espasmos de su verga fue lanzando chorros cada vez más cortos, gruñendo como toro, apretaba mi culo para ordeñarlo, para recibir cada gota de su ardiente nectar, mi culo se contraía alrededor de esa enorme verga que tanto placer me estaba dando, sacándole gemidos y suspiros de placer, sentía el culo muy sensible, notaba el grosor de sus venas, incluso como se inflamaban y palpitaban, mi semen quedó sobre su pecho y con sus dedos recogió mi propio semen y lo llevó a mi boca, me supo a gloria, un sabor dulzón inundó mi boca y succioné sus dedos hambriento, dejándolos limpios, sin rastro alguno de mi semen, busqué sus labios para darle un dulce beso, un dulce beso con sabor a mi rica leche.
    
    Nuestros cuerpos sudaban y estaba exhausto, pensé que ahí acabaría todo, me equivoqué, Arturo seguía moviéndose en mi interior, ...
    ... revolviéndome por dentro, después de unos minutos, me puso de costado y alzó una de mis piernas sobre su cuerpo, su verga buscó mi agujero, estaba morcillona, pero como mi culo estaba sumamente dilatado no le costó trabajo traspasarme a pesar de su grosor y me siguió embistiendo batiendo la leche en el interior mi culo, sentía que en cada embestida mi culo dejaba escapar un hilo de semen que escurría por mis nalgas, poco a poco su verga se fue poniendo más dura, hasta alcanzar su máxima extensión y dureza y empezó a embestirme más rápido, apretándome con sus brazos y mordisqueando mi oreja al tiempo que me seguía diciendo mil obscenidades, jadeaba en mi oído hasta que empezó a gruñir y embistiéndome profundo lanzó un nuevo chorro de semen calientito en mi interior, nos quedamos unos minutos quietos, recuperando el aliento, sin sacar su increíble verga, hasta que escuchamos una voz que nos decía que el tiempo había terminado.
    
    Habían pasado seis horas de sexo desenfrenado, un auténtico maratón y estoy seguro que Arturo podría seguir cogiéndome otras seis horas, pero ya era tarde y no tardaban en regresar nuestras parejas.
    
    Por fin sacó su verga de mi culo, sentí que mi culo quedaba abierto y se contraía involuntariamente, me ardía y me hormigueaba, lo sentía muy sensible, no podía ni levantarme, me dolía todo el cuerpo, mis piernas temblaban, en el ambiente había un olor a sexo, a semen, a culo, a sudor, un olor a macho, no era para menos después de la tremenda cogida que me ...
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