-
Samantha: corrupción y perversión de una casada (ll)
Fecha: 17/11/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... decía eso mientras se reía en forma sarcástica. Dándole un largo trago a su cerveza se fue rumbo a las escaleras para poder entrar al baño de su cuarto y poder hacer sus necesidades con más calma y privacidad. Cuando por fin había subido las escaleras y se giraba con rumbo a su cuarto. Cualquier persona que lo hubiera visto pensaría que había quedado petrificado ya que se quedó inmóvil con la mirada clavada en la imagen que había dentro de su cuarto, dejando caer su cerveza al suelo. Unos minutos antes. Samantha ya dentro del cuarto miraba la cama el tocador y demás cosas que había dentro. Recordaba cuando era niña y que se quedaba a dormir con Doña Carmen en esa cama y ella le contaba cuentos hasta que se dormía o cuando a escondidas de ella tomaba sus pinturas y se maquillaba según ella para verse como las actrices que salían en las novelas que a su mamá y Doña Carmen les gustaba ver, pero más bien terminaba pareciendo una payasita. Veía con alegría todo eso hasta que, mirando al tocador de nueva cuenta, vio una foto donde salían ella y Doña Carmen cuando esta apenas cursaba el Jardín de niños. No recordaba que les hubieran tomado esa foto, pero sentía su corazón lleno de felicidad al ver que Doña Carmen aún conservaba esa fotografía como si de su verdadera hija se tratara. La casada estaba en sus pensamientos cuando de repente a su nariz le llegaba un aroma que no le parecía familiar o más bien no recordaba en ese cuarto ya que ese olor le recordaba a cuando ...
... Roberto llegaba de hacer ejercicio y traía un olor muy similar, aunque el olor de Roberto era mucho más ligero al que estaba concentrado en ese cuarto. La mujer viendo la hora en su teléfono se asustó ya que había pasado mucho tiempo y aun ni se descambiaba. Dejando el retrato en el mismo lugar se dispuso a desvestirse para irse con su hijo a su casa. Estaba apenas quitándose la blusa cuando escucho algunos gritos que provenían de abajo, en un principio la mujer sintió miedo de que le hubiera pasado algo a su hijo. Ya iba a ponerse de nueva cuenta la blusa cuando pensó que lo más seguro es que se trataba de alguna broma que le estaba haciendo Doña Carmen a su hijo y las muchachas. Sabía lo divertida que era ella y de seguro de eso se trataba. Así que más tranquila y omitiendo aquellos gritos decidió continuar con lo que estaba haciendo. La mujer con su torso ya desnudo procedió a quitarse los pantalones. Los tomo de la cintura con ambas manos y comenzó a jalarlos hacia abajo, pero por más que intentaba no bajaban ni un centímetro. “Supongo que, así como batalle para ponérmelos, también voy a batallar para quitármelos”, pensaba mientras comenzaba a mover sus caderas de lado a lado como cuando alguien se aguanta en entrar al baño y con sus manos continuaba jalando hacia abajo el pantalón. El tiempo pasaba y por fin su esfuerzo rendia frutos, ya quedaban a la vista los hilos laterales y el pequeño corazón metálico de la tanga roja que llevaba puesta. El pantalón ya estaba a ...