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Samantha: corrupción y perversión de una casada (ll)
Fecha: 17/11/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... le intentaba coquetear. Y es que no era la primera vez que ese viejo intentaba coquetear con alguna de las 2 muchachas. Ya habían sido varias veces en las que el sujeto las había invitado a dar una vuelta en el taxi, siendo las mismas que lo habían mandado a la chingada. Las 2 jóvenes no entendían como es que Doña Carmen podía siquiera dormir con ese hipopótamo. -¿Y ese chamaco de quién es? ¿Apoco es de alguna de ellas? Jajaja. Que guardadito se lo tenían muchachas, a la próxima usen globito o úsenlos de fácil, dicen que son buenos para quitar granos y espinillas jejeje- riendo sonoramente miraba a la muchacha y veia como esta lo veía con odio. La Gata ya le iba a contestar con una majadería, pero en ese momento vio como Doña Carmen le soltaba unos manotazos al obeso hombre. -No estes molestando a las muchachas, Erasmo. Es el hijo de una muchacha que conozco desde hace años y se andan cambiando adentro de la casa- la señora terminando de soltarle un par de manotazos se paraba junto a Daniel. -Solo era una broma, amargadas jejeje- diciendo eso pasaba junto a Doña Carmen para intentar pasar por la puerta. -¿Y qué hiciste de comer, vieja? Vengo con un chingo de hambre- parándose en la puerta le preguntaba a su esposa. -Hice filete de pescado con unas verduritas hervidas, ensalada y agua de Jamaica- la mujer le respondía al viejo. Aquella risa burlona que traía rápidamente cambio por una cara de enojo como si le hubiera hecho la cosa más mala en faz de la ...
... tierra. Girándose hacia su esposa y levantando las manos, comenzó a gritar un sinfín de cosas en contra de aquella pobre mujer. -¡¿Que chingados es eso?! ¡¿me ves cara de vaca para tragar zacate?! ¡a mi ahorita mismo me preparas unos chilaquiles o unos tacos!- el viejo pareciera que hubiera sido poseído por el mismo diablo. Tanto así que la Gata aun estando a una distancia considerable se pegó al probador intentando meterse a él, mientras que la Güera solo se quedaba quieta y en silencio como si con eso aquella bestia no la fuera detectar. Daniel también dejo el teléfono al instante que escucho los primeros gritos y se levantó del banco donde estaba sentado, dirigiéndose a la entrada del local por si era necesario correr por su vida. Doña Carmen al igual que las muchachas sintió un miedo genuino y es que en todos los años que llevaban juntos, rara vez se ponía de ese modo y sabía que no había poder humano que lo pudiera calmar. -Vi... vi... viejo, tranquilo. ¿No ves que estas asustando a los muchachos?- la mujer tartamudeando intentaba tranquilizar aquel ogro, pero era imposible. -¡A mi me vale madresss! ¡voy a entrar a cagar, cuando salga espero que ya me tengas comida de verdad!- el viejo sentenciaba mientras se giraba y entraba a su casa sin dejar que la mujer pudiera protestar. El viejo caminaba aun maldiciendo, pero ya en un tono más moderado mientras abría el refrigerador y sacaba una cerveza. -Ya me viera tragando zacate como una puta vaca ja ja ja- El viejo ...