Samantha: corrupción y perversión de una casada (ll)
Fecha: 17/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... buscaba en sus pantalones el teléfono, veía con asombro como se le dibujaba un enorme bulto. Rápidamente levanto la mirada por lo incomodo que le pareció el estar viendo esa cosa.
La mujer veía dicha foto y veía como ambos se estaban besando, haciendo que Samantha comenzara a creer dicha historia de aquel hombre. Pero al momento de ver que este caminaba hacia donde estaba, ella comenzó a retroceder.
-Es... está bien, le creo. ¿Pero... porque me estaba espiando?- la mujer le preguntaba mientras lo veía de arriba abajo y más se preguntaba en sus adentros como es que su madre sustituta se besara con horrible sujeto. No es que esa Doña Carmen fuera la octava maravilla del mundo, pero sin duda podría tener algo mejor. -Viejo cochino- Samantha sin dejar que el hombre le diera una explicación, decidió solo decirle lo primero que se le vino a la mente.
Erasmo al verse ofendido de nueva cuenta por una desconocida en su propia casa, sentía como la sangre le hervía de nuevo y cuando se disponía a contestarle con insultos y casi sacarla a patadas de su casa. Una voz desde abajo lo hizo ponerse helado.
-¡Samantha! ¿Mija, todo bien? Te escuchamos dar un grito- Era Doña Carmen quien, recargada en el pasamanos de la escalera desde el primer piso, le preguntaba a su niña.
Samantha llenándose de valor al sentirse a salvo ya que Doña Carmen estaba a unos pasos de ella, se preparaba para decirle que subiera porque ese viejo cochino que tenía por pareja la estaba espiando. ...
... Cuando vi que aquella masa de grasa apresurando su paso la alcanzo y poniendo su dedo índice en su boca le hacia la señal que guardara silencio mientras veía en su mirada cierto miedo.
-¿Qué le pasa? No me toque- Samantha dándole un manotazo se alejó un poco de él. -¡Que! ¿Tiene miedo de que Doña Carmen vea el viejo cochino que es?- la casada sintiendo controlada la situación le preguntaba con cierto grado de desdén y una risa fanfarrona.
Al viejo ahorita no le importaba que aquella mujer lo estuviera ninguneando. Lo que le preocupaba era exactamente lo que decía ella. Y es que, a su vieja, ya le habían llegado muchos rumores que le decían que él le estaba poniendo los cuernos con varias mujeres, pero siempre encontraba la forma de ocultar las evidencias así que siempre quedaba salvado. Si bien era cierto, todas ya eran mujeres viejas y del mismo rodado que él, gordas y feas.
Pero si veía esta escena, sin lugar a dudas lo correría de la casa y era algo que no quería. Ya que el en verdad era solo un vividor que en la pobre de Doña Carmen se había encontrado la lotería ya que esta se hacía cargo de todos los gastos de la casa y él lo poco que ganaba en el taxi se lo gastaba en comprar cerveza con sus amigos o invitarle unos tacos o algún detalle a alguna de sus conquistas.
Pensando rápidamente en alguna idea para que la semidesnuda mujer no fuera a decir nada, comenzó a crear alguna mentira. Cuando de repente volvió a escuchar la voz de su vieja ya que había pasado un ...