1. Mi esposa argentina (parte 2)


    Fecha: 18/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Lanfasone, Fuente: CuentoRelatos

    Sonó el móvil, era un mensaje de ella.
    
    –¿Dónde estás?
    
    No sabía qué hacer, si seguir con Javi o volver con Fernanda y quedar otro día con él.
    
    –Javi, voy a tener que ir al hospital, tengo una urgencia, que putada jode.
    
    –¿De verdad? –me miro Javi con desconfianza, pues esa es la típica excusa que usamos siempre lo médicos para escaquearnos de una cita
    
    –Que putada, mañana quedamos, tú estás unos días más aquí en Madrid ¿verdad?
    
    Salimos del pub, ya estaba anocheciendo, yo estaba como en trance.
    
    _Regreso a pagar y salgo echando leches –le dije
    
    –Oye no será que quieres ligar con la tía de la barra.
    
    –No que va.
    
    –Ja, ja, ja no; no es de tu tipo, ahora no veas que zorrón, menudo zorrón tío.
    
    Ahora sí que me quedé petrificado, lo veía alejarse así pequeñajo y nervudo y trataba de encajar todo lo que me había dicho
    
    Volví a la barra, me parecía que hacía un siglo que había estado ahí con ella por última vez, en el lugar había un poco más de gente. Ella estaba mirando el móvil, levantó su mirada, sus ojos azules sonrieron. ¿Había escuchado yo realmente lo que Javi me dijo, había sido real?
    
    –¿Dónde te habías metido? Pensé que te habían secuestrado.
    
    –Igual te vi dándole palique al camarero y no quise interrumpir.
    
    –¿Me estas espiando che? ¿Voyeur?– me miro pícara, deduje que el gin tonic había hecho efecto.
    
    Por dios que tetazas se marcaban en ese vestido blanco, la tomé de la cintura y la besé.
    
    “Nos la follábamos Chema y yo pero en plan ...
    ... borde” la frase fue como un flash, igual todavía no podía unir a Javi y Fernanda en una misma imagen, era como si mi mente se negara.
    
    La besé en el cuello y detrás de ella pude ver un tío que nos miraba, que la miraba bah, miraba su espalda desnuda y perfecta, su culo reventando el vestido blanco sentada en el butacón.
    
    Sonó su móvil, aproveché para mirarla. Entonces pensé en Chema, pijo, guaperas, chulito, más alto que yo, Chema que se mataba en el gimnasio, Chema diciéndole a Javi: tienes que depilarte tío que vas muy peludo y a las tías no les gusta, yo me depilo hasta los huevos tío para que me los chupen bien las muy cerdas, Chema que se había recibido de médico un año antes que yo, Chema que le decía a Javi y a mi sobre una chica de Sevilla que estudiaba con nosotros, sabes que le gusta por el culo a esta guarra, joder tío no veas como le queda el culo, lo abierto que le queda joder.
    
    –¿Vamos a casa mi Voyeur?
    
    Y entonces sentí como un click ¿Chema se había follado a Fernanda como a aquella chica de Sevilla, por el culo, en plan borde había dicho Javi?
    
    Y mientras la miraba caminar delante de mi marcando tacos con sus sandalias, con su pedazo de culo bamboleándose delante de mí, con los tíos en el pub mirándola embobados, con su melena rubia rojiza, con Chema dándole por el culo, dándole azotes en el culo porque ese no se corta un pelo, Chema “no veas como le queda el culo, lo abierto que le queda joder”.
    
    Íbamos caminando a buscar el coche, la llevaba de la ...
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