Asi fué
Fecha: 18/11/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... seguirla.
Al rato la llamo al celular y no contesta.
Como a las tres horas me llama ella, diciéndome que recién había visto mi llamada que estaba en una confitería con amigas muy entretenida.
La invito a ir a coger y ella siempre tan dispuesta me dice que no se sentía bien.
Que me enviaría una foto asi me pajeaba.
La foto era nueva y quien se la habia sacado??
Por unos días hubo evasivas hasta que me confiesa que había conocido a un muchacho y deseaba antes de casarnos, que la deje por unos días para tener seguridad de dar un paso tan trascendente en nuestras vida.
Allí decidí sin mas tramite, no volver a verla, solicite mis vacaciones en el trabajo, seguidamente emprendí mi viaje.
Ese viaje que cambió mi vida.
Me decido por las sierras que suelen ser mas frescas que las playas y además sé muy bien que Irma irá a la playa, nunca deja de ir en verano.
Me tomo una combi luego de haber reservado un departamento mono ambiente cerca del lago, con solo mi mochila emprendo el viaje.
Me toca un asiento a lado de una chica morochita, con una larga trenza azabache de cara muy seria, mirada triste y labios normales. Sus ojos no lo vi hasta mucho tiempo después.
Vestia muy sencillo y mas bien antiguo y recoleto, todo parecía que le quedase holgado, asi que resultaba difícil apreciar su cuerpo, era bajita pero mas alta que yo, luego supe que media 1,60 y era mas bien gordita.
Usaba zapatillas de lona bastante ajadas por el uso.
Su perfume era ...
... dulzón, raramente atractivo, al menos es aseada pensé para mis adentro.
Conversamos muy poco, solo que se dirigía donde yo, pues había conseguido un trabajo en un super por solo la temporada.
Ya era de noche y faltaba poco para llegar cuando se desencadena una tormenta muy fuerte acompañada de viento y aguacero que hacía casi imposible ver el camino.
Entre los últimos cerros la combi muerde la banquina y vuelca, recostándose hacia la derecha, deslizándose entre el pedregal con gran estruendo, un golpe seco me quita la conciencia.
Ambos estábamos sobre ese lateral, ella sobre la ventanilla y yo a su lado sobre el pasillo.
Me desperté acostado en una cama de hospital, magullado con escoriaciones múltiples y un gran chichón en mi cabeza.
Mareado y dolorido escuchando a medias a una chica que me contaba lo sucedido y que me estaban estudiando mi conmoción cerebral de que magnitud era.
Que debía guardar reposo.
Pregunté por mi compañera de asiento, pero al no saber su nombre no la pudieron localizar, me intranquilice mucho cuando supe que había una fallecida y varios con lesiones desde graves a leves como suponían eran las mías.
Por suerte luego de los estudios llegaron a la conclusión que me podían dar el alta.
Aproveche para visitar a todos los que estaban visibles de los que ocupábamos la combi.
Por fin en terapia intermedia, allí estaba ella.
Le pregunto su nombre y datos de su próximo trabajo asi les avisaba de su ausencia pues nadie sabia ...