La sirvienta
Fecha: 20/11/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... manos, pero Elena se pone delante de ella, con un dedo le levanta la cabeza agachada, la mira a los ojos como un lobo hambriento mira a su presa, luego le coge las manos y se las pone en la cabeza diciéndole, toma, ahora no te muevas.
Los cuatro se quedan encantados admirando el cuerpo completamente desnudo de Clara durante unos instantes. Entonces Elena, con un pie la obliga a abrir bien las piernas, siempre con las manos en la cabeza, como una esclava expuesta a la venta en un mercado medieval.
Finalmente Elena pasa sus manos por sus grandes pechos, los acaricia un poco e inmediatamente después no se resiste y se inclina sobre ella con su boca, y con su lengua recorre sus endurecidos pezones, mientras Clara comienza a emitir pequeños gemidos entre la vergüenza y el placer.
Mónica, Tony y Aldo, por su parte, comienzan a desvestirse, mientras siguen siempre atentos la escena que se va calentando.
Mónica se acerca a las dos mujeres, y ella también comienza a acariciar el cálido cuerpo de Clara, con una mano saborea la suavidad de ese gran pecho, mientras la otra se desliza lenta y vorazmente hacia abajo, hasta llegar a los labios vaginales de Clara, que inmediatamente deja escapar un gemido instintivo.
Me dirijo a mis tres colegas y les digo. Está empezando a mojarse, bien, bien, podemos empezar.
Me dirijo al escritorio donde estábamos trabajando, la libero rápidamente de todos sus documentos de trabajo y la arrastro hasta el centro de la sala. Luego recojo ...
... la toalla y la pongo encima del escritorio.
Entonces miro a Clara y le digo. Clara, ven aquí y túmbate en el escritorio. Ella responde. Sí, Sra. Mónica.
Mientras tanto, abro la bolsa negra y cojo las muñequeras y tobilleras negras que uso para el bondage.
Miro a mis colegas y digo, vamos chicos, tomémoslos uno por uno y pongámoslos a Clara.
Mientras tanto también Elena se había desnudado completamente. Clara estaba lista, sólo faltaban las cuerdas. Elena y yo tomamos sus piernas, las abrimos y las atamos firmemente a las patas del escritorio, mientras que al mismo tiempo, Tony y Aldo toman sus brazos y los atan a los otros extremos del escritorio.
Los cuatro nos detenemos unos segundos para admirar a esa hermosa chica desnuda y atada a nuestra disposición.
Tony y Aldo se colocan frente a las respectivas manos de Clara, toman sus largos penes erectos en sus manos y los colocan sobre las manos abiertas de Clara, quien inmediatamente los agarra y comienza a frotarlos con sus dedos. Los dos chicos comienzan a gemir de satisfacción mientras empiezan a masajear sus grandes pechos.
Elena se apresura a acercarse al escritorio, y luego se arrodilla, apoyando sus cálidos y húmedos labios vaginales en la boca de Clara, dejando salir parte de su húmeda lengua, y comienza a lamer cada gota del chorreante humor de Elena, que inmediatamente comienza a jadear de placer.
Ahora me toca a mí, abro de nuevo la bolsa negra y cojo el nuevo vibrador que aún no había probado. ...