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Inma, la cuñadita
Fecha: 21/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... llevaban… Iban todas súper arregladas y la única que no llevaba tacones era una chica llamada Macarena, el resto iban todas bien escotadas y arrepretadas. Me voy a centrar en Inma que es la que nos atañe. Inma llevaba una minifalda fina blanca ajustada y un tangazo rojo. ¿Cómo sabía que era rojo? Porque se le transparentaba. La camiseta de tirantes negra y un escotazo en forma de “U” que era imposible mirarle a la cara. Las sandalias eran también negras, con un buen tacón, y tenía las uñas pintadas de rojo. Los pies de mi cuñadita me encantaban porque eran bonitos, más que los de Lorena. Cuando la vi llegar de esa guisa se me secó la garganta y el pensamiento “te has equivocado de hermana” surgió en mi mente. Bueno, pensé, para lo que me queda en el convento me cago dentro. Mis amigos, pese a sacarles 10 años o más, no tardaron en echarles la caña e intentar arrimarse. Y como para no. Qué arte tienen las andaluzas para sacarse partido… Alicia, la más feíca y que no había ligado, estaba de parte de Lorena en cuanto a quedarse con nosotros. Mi amigo Fer, también recontra hecho, había hecho muy buenas migas con ella y se venía folleteo. Inma por su parte no se despegaba de mí. Tras estar bebiendo un rato unos cuantos cubatas en un chino y estar todos más o menos borrachos decidimos empezar con la fiesta. Calculo que sería la 1 de la noche. Las otras dos amigas se separaron para irse con los chicos con los que habían estado el día ...
... anterior. Palabras textuales de la tal Macarena, “me quiero volver a comer el rabo de ayer”. Cuando entrábamos en algún pub Inma no tardaba de cogerme de la mano con la excusa de no perderse y no me la soltaba hasta que lo hacía yo. Entramos en tres y nos quedamos en el Escudo. En cuanto vino la primera canción de reguetón me sonrió con una expresión pícara y me plantó su culito en mi paquete. Alicia hizo lo mismo con Fer. El resto de mis colegas, carcomidos por la envidia, se fueron a buscar mozas con las que restregarse. A partir de ahí no los volví a ver. Inma no bailaba, intentaba follarme a través de la ropa. Se restregaba contra mi paquete con un ansia exagerada. También me apoyaba la espalda en el pecho. No entendí que pretendía hasta que puso su cara a un lado y lo que me quedaba al frente eran esas dos lustrosas mamellas. No me quedó ningún tipo de duda cuando vi que Inma no dejaba de mirarme mientras yo miraba sus tetas. + ¿Te gusta lo que ves? Yo estaba con el rabo tieso y pensaba entre cero y nada. - Me encantan tus tetas. + ¿Las echabas de menos? - No te voy a mentir… + Puedes tocarlas si quieres… Justo lo que esperaba escuchar. Mis manos subieron lentamente por su cadera y cintura recorriendo su cuerpo hasta alcanzar sus tetas y apretarlas brevemente una vez. + Ah… - La de veces que fantaseado con tocarlas. + Y yo con que lo hubieras hecho… Seguimos “bailando”, pero ahora tenía los pezones erectos. Iba sin sujetador ...