1. El novio de Rafaela (parte 3)


    Fecha: 26/11/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Bellota D I, Fuente: CuentoRelatos

    ... dominante.
    
    —Tsss… quietita, quietita… Si te portas bien, te voy a dar lo que quieres.
    
    Cerré los ojos, se había pegado a mí y me acariciaba la nuca y la cara como si estuviera una yegua rabiosa que quisiera calmar. Cada vez que sus dedos pasaban cerca de mi boca, sacaba mi lengua desesperadamente para tratar de lamerlos como una muerta de hambre. Me quitó mi calzón y lo llevó a mi cara mientras colocaba el mango en la entrada de mi concha. Quise bajar para que entrara más, pero me lo impidió.
    
    —Quietita te dije… ¿Ves lo empapado que está tu calzón? A ver, abre tu boquita… Así, está bien. Sabe rico ¿no?
    
    Obedecí y me metió mi calzón fino en la boca, era verdad que estaba muy húmedo. Lamía mi propio jugo y me encantaba. Era un maestro, estaba completamente arrecha y dispuesta a todo. Lionel se revelaba ser de los con quienes no tenía límites. Sentí que el mango se deslizaba en mi concha, gemí mientras me mantenía el calzón en la boca. No era muy grueso, pero por fin tenía la sensación de estar penetrada. Hacía idas y venidas lentas que yo acompañaba con movimientos de caderas. Pegaba mi culo pegado la bragueta de su pantalón, hinchada y endurecida por su verga. Rápidamente, me puse a temblar, mi clítoris me dolía por tanta excitación, necesitaba venirme. En su gran clemencia y para recompensarme por mi obediencia, soltó mi boca y acudió en socorro de mi dolorosa frustración. Siguiendo el ritmo de la penetración de mango, acarició mi clítoris con movimientos ...
    ... circulares. Así me vine, el pecho pegado a la encimera, el culo en ofrenda y babeando con mi propio calzón en la boca.
    
    —Qué rico Sandra…
    
    —Me moría de ganas… —le contesté, dándome la vuelta para mirarlo.
    
    Mi top se había vuelto transparente por el jugo de los tomates, se pegaba a mis tetas. Lionel acercó su cara de mi pecho y lamió uno de mis pezones a través de la tela. Subió lentamente, dejando su lengua pasar sobre mi cuello hasta llegar a mi boca. Nos besamos con furia. Sentí su mano pasar entre mis nalgas y mientras me callaba con su boca, uno de sus dedos abrió tímidamente paso en mi ano. Movía mi culo para que entendiera que no me molestaba que entrara más, al contrario.
    
    —Parece que este huequito también necesita estar cuidado —me dijo. —Lo vamos a complacer y darle todos los honores.
    
    Sonreímos, maravillados por nuestro juego. Lionel me invitó a subir en la isla central y a ponerme en cuatro patas, lo que hice con gusto. Se quitó el polo y dio un par de vueltas alrededor de la isla con el batidor en la mano, mirándome con mucha seriedad y bajo todos los ángulos, como un escultor que hubiera estado evaluando el potencial de un bloque de mármol. Mi falda seguía bloqueada en su cintura y mi culo desnudo lo esperaba, encima de las verduras y de las cáscaras. Pasó a mi espalda y se puso a acariciar mis nalgas, suavemente al inicio, hasta amasarlas con fuerza. Les confieso que el solo hecho de estar en esta posición me excitaba, entonces cuando sentí su lengua contra mi ...
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