Volviendo a jugar. La noche en el spa
Fecha: 29/11/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: EsposoURU, Fuente: CuentoRelatos
Una cena, un encuentro inesperado y una vulva bien abierta.
Si leyeron la historia anterior, donde al llegar al spa mi esposa quiso probar el nuevo dildo y vaya si lo probó.
Luego de comer algo, dormir un poco, tener alguna terapia de masajes, y relajarnos en la piscina, nos aprontábamos para ir a cenar y le propongo que lleve puesto en su vagina el huevo vibrador a control remoto.
Me pregunta si de nuevo la iba a torturar igual que al mediodía pero la respuesta fue que era sólo para mantenerla alerta para lo que se venía a la noche. No tuve que insistir ella me solicitó que se lo colocara en posición, lo lubriqué bien y se lo coloqué bien dentro, todo lo dentro que pude, pero la vagina continuaba dilatada del mediodía y el huevo cayó al suelo, tuve que lavarlo, pero esta vez ya no lo lubriqué, esperé que se colocara la ropa interior y ahí se lo introduje, empujando con dos dedos hasta el fondo y cerrando rápidamente la panty para que hiciera de retén, agregamos una toallita allways para contener los líquidos.
Ella se vistió con lo mejor que tenía, vestido largo negro que le marcaban muy bien las caderas, sin espalda y el frente entero que dejaba adivinar sus enormes pechos naturales. Me contó que el huevo vibrante no lo sentía dentro de su vagina, también me contó que durmiendo tuvo un sueño muy raro donde un hombre entraba al dormitorio cuando dormíamos y por ese motivo quiso cerrar bien la habitación con llave.
La cena transcurrió sin sobresaltos, un par de ...
... platos livianos, un champagne, y cream brulee de postre completaron la cena, durante la misma un par de veces prendí y apagué el huevo produciéndole sendas descargas de adrenalina, hasta que ya saliendo del restaurante lo prendí definitivamente, caminábamos lentamente, ella con dificultad porque la vibración le producía espasmos y apretaba las piernas, la distancia a la habitación era larga y me pidió por favor que lo apagara porque si no iba a tener varios orgasmos en el camino. En una esquina del pasillo, con poca luz la abrazo y nos fundimos en un beso, largo, apasionado, la tomo por detrás y le acaricio las caderas y las piernas y ella me dice
“aquí no”
Y a allí le metí la mano por debajo del vestido y le saqué la ropa interior. Ahora estaba sin nada, su vulva tendría que apretarse al máximo para que al caminar no se cayera el huevo vibrador y hacer el ridículo si justo atinaba a pasar alguien. Salimos de las sombras y volvimos a caminar pero cerca ya de la habitación, meto la mano en mi bolsillo y prendo la vibración.
Las vibraciones y el champagne hicieron efecto, ella comenzó a caminar raro y ya llegando a nuestra puerta en un momento se apoyó en la pared, apretó las piernas y tuvo un orgasmo, un minuto eterno, no terminaba más, ella me apretaba la mano muy fuerte. Tanta mala suerte que al terminar y recomponerse aflojó los músculos y cayó el huevo al suelo y rodó unos metros, ella atinó a agacharse a buscarlo y su vagina tan floja y dilatada emitió un pedo en ...