Unas vacaciones con mis tías (Parte 4) : Una maratón
Fecha: 29/11/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... más la lengua y la retorcí en su interior. Su respiración aumento de ritmo y volvió a rebuznar, noté como temblaban sus piernas de nuevo y pensé que había hecho un buen trabajo. Estaba ya tan excitado y salido que no sabía lo que iba a durar, quizás me correría nada más meter la polla en su emboscado coño. Me levanté de la alfombra y agarré mi venoso miembro que parecía que iba a reventar. Busque entre la mata de pelo esos carnosos labios que ya estaban abiertos y jugosos y empuje sintiendo como se metía hasta el fondo. Su voz ronca y profunda volvió a resonar.
– Vamos! Dale fuerte! Quiero tu polla dura bien dentro!
No necesitaba oír más, me agarré a sus caderas y comencé a bombear. Mi polla entraba y salía como si la hubieran engrasado con un buen aceite. Pasaron los segundos y seguía dándole con fuerza, tener ese culo a la vista me estaba volviendo loco. No lo pensé dos veces y metí la punta de mi dedo en su hermoso culo.
– Sii, síii! Ábrelo bien, cielo!
Su voz volvió a ser dulce y candorosa y ya no sé cuál me excitaba más de las dos. Al tercer intento mi dedo se coló por completo y sentí como el esfínter me lo presionaba.
– Ahhh! Cielo, que guarra me pones!! Esa mezcla de dulzura con palabras grotescas era como una dosis extra de lujuria. Giré mi dedo dentro de su precioso culo y – Aghhh! Aghhh! Bramó como si le hubiera metido una estocada. Se volvió a correr y sentí como chorreaba por sus muslos. Ahora era yo el que rugía o bramaba, no se, pero mi polla ...
... comenzó a soltar chorretones de leche como si me hubieran abierto el grifo.
– Síii, síii! Llénamelo! Ufff, diosss! Como me gusta! Me gritaba. Cuando solté el último dardo de leche mi corazón latía como el de un león después de correr tras su presa, saque la polla y me sorprendí de la dureza que mantenía. Tenía tantas ganas de follar ese culo que había abierto con el dedo que no espere ni un segundo, era la primera vez que la iba a meterla en un culo y el de mi tía era precioso. Apreté sintiendo una gran presión en mi capullo, mi tía comenzó a resoplar al sentir la penetración, pero no dijo nada. Saque lo poco que había metido y volví a empujar y repetí varias veces hasta que ese maravillo agujero se abrió de una forma impresionante. Mi polla se metió hasta el fondo y relajé mi mandíbula, que había apretado mientras empujaba, y sentí como su esfínter presionaba suavemente toda mi polla. Si no me hubiera acabado de correr creo que lo hubiera hecho de inmediato. Tiré hacia atrás despacio hasta sacarla casi entera y la volví a meter, a la tercera penetración mi polla entraba y salía con facilidad. Mi tía había dejado de resoplar. – Te gusta ehhh! La oí decir mientras arrugaba la sábana con sus dedos retorcidos sobre ella.
– Vamos, dame unos azotes que he sido mala!
Volvió a sorprenderme con su voz cálida. Me descolocó un poco que me lo pidiera con voz su voz candorosa, “Cómo se puede ser mala con una voz así?“. Realmente me apetecía atizar a ese culo y le solté un par de ...