1. Embarazada, conozco a mi nuevo ginecólogo (partes 1, 2 y 3)


    Fecha: 05/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Lordofthemilk, Fuente: CuentoRelatos

    ... venirme. El momento más confuso de mi vida, sin duda. El momento de más excitación de toda mi vida, el mejor orgasmo de mi vida, donde con solo metérmelo llegué a uno de los más intensos orgasmos, pero al mismo tiempo me sentí la más infiel, descarada, culpable y desleal… pero ya no había marcha atrás, me rendí. Volví a poner una de mis manos en su pecho tratando de controlarlo mientras con la otra sostenía mi enorme panza… solo pude decirle “suave por favor”… Su pene comenzó a entrar y salir suavemente pero evidentemente con muchas ganas, se sentía muchísimo, este tipo tiene un pene enorme, a pesar de eso entraba y salía sin ningún esfuerzo en mi vagina empapada. Yo seguía con una mano en su pecho tratando de que no se excediera, pero confieso que una parte de mi quería que me follara sin parar. No había vuelta atrás. Me rendí, dejé de detenerlo con mi mano y apoyé los codos en la camilla. Él entendió perfectamente mi lenguaje corporal, entendió mi mensaje que “lo dejaba hacer”. Desesperado se transformó, ahora su expresión se desencajó, su mirada no sabía donde posarse, si en mi cara, en mis tetas en mi panza o en mi vulva... se agarró de mis senos con ambas manos y comenzó a follarme con unas ganas que rozaban con el desespero, sus pesados huevos sonaban chocando una y otra vez contra mi vulva contra y ...
    ... mis nalgas y su mirada ansiosa seguía sin saber en qué parte de mi voluptuoso cuerpo fijarse, mientras me agarraba las tetas desesperado… confieso que nunca me habían amasado las tetas con tantas ganas y desespero como ese hombre…pero también confieso que me encantó… por momentos me agarraba de las nalgas, o me agarraba una y con la otra mano acariciaba mi panza, luego volvía a mis tetas, me cogía la cara, me metía los dedos en la boca… me estaba morboseando a su antojo y lo peor es que tengo que confesar que me encantó, yo estaba en un nivel de placer que no conocía y no era el típico placer, era ese placer al máximo lleno de morbo, ese placer que sobrepasa los límites por un ingrediente: el saber que estás haciendo algo prohibido… susurrando él decía mil cosas sin parar “qué delicia, qué rica estás, qué tetotas, cómo estás de buena, qué delicia darte verga, te entra delicioso, desde que te vi sabía que necesitabas mucha verga, te voy a llenar de leche…” y mil vulgaridades más, hasta que dijo “qué rico por fin metértelo, desde que te vi te quería follar”… yo estaba pérdida en el éxtasis y el placer pero ahí lo supe, desde que me conoció siempre quiso follarme, él lo planeó, por eso me examinaba así, por eso me había citado hoy cuando ya no había gente en los consultorios… mi amiga tenía razón.
    
    Continuará... 
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