1. Los cinco sentidos (octavo capítulo)


    Fecha: 05/12/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... ocurrido apenas hacía unas horas con su amiga la había dejado muy sensible y comenzó a excitarse con el masaje. Estuvieron en silencio. Estela con los ojos cerrados disfrutando con aquellos dedos que resbalaban entre los suyos de los pies. Braulio la miraba, aquella mujer era hermosa y extremadamente sensible. Se fijó en sus rasgos exóticos, en sus pechos que debido a la respiración agitada subían y bajaban.
    
    -Braulio… -la tierna voz de Estela era nerviosa.
    
    -Dime.
    
    -Quiere darme un masaje en la cama?
    
    -Claro! Será un premio por atreverte a pedírmelo.
    
    -Gracias.
    
    -Ya sabes donde está el baño, ponte cómoda.
    
    Le dio un tiempo para cambiarse mientras él se fue a la cocina. Cuando entró en la habitación lo que vio lo dejó fascinado. Aquella joven estaba tumbada boca arriba en la cama totalmente desnuda, tenía los ojos cerrados. No pudo evitar mirar su cuerpo. Tenía los pechos grandes, morenos, coronados por unos pezones oscuros que se notaba perfectamente que estaban duros, su vientre plano estaba adornado por un piercing en el ombligo, vio su pubis sin ningún vello, sus piernas eran largas.
    
    Estela se estremeció cuando sintió el aceite derramarse por su cuerpo. Masajeó sus brazos, su cuello, su estómago. Aquellas manos evitaban entrar en contacto con sus tetas y ella en ese momento era lo que mas deseaba pues sus pezones casi le dolían de lo duros que estaban. Él la notaba inquieta.
    
    --Que te sucede?
    
    --Es que me duelen.
    
    --Que es lo que te ...
    ... duele?
    
    --Los pezones.
    
    --Están totalmente duros Estela.
    
    --Si por favor, deme masaje en las tetas.
    
    Cuando las manos de Braulio se apoyaron en sus pechos gimió, sintió alivio en sus pezones cuando se los masajeó despacio. Estaba recibiendo su premio por ser capaz de pedírselo. Aquel hombre rodeaba con dos dedos cada uno de sus pezones y los estiraba de una manera que la volvía loca. Sentía que podría llegar a correrse solo con ese contacto en los pechos. Las manos abandonaron sus pechos y se sintió triste, ahora estaban por sus piernas. Masajeaban sus gemelos, rodillas, muslos. Se estremeció cuando sintió que le abría las piernas mucho, nunca había estado tan abierta. Sus abductores estaban tensos debido a esa postura. Gimió de placer cuando aquellas manos comenzaron a masajear sus ingles aliviándola. Estaba totalmente abierta delante de un hombre que no era su esposo. Le daba igual, estaba demasiado excitada en esos momentos. Sentía su vagina abrirse cuando las manos masajeaban hacia fuera, se cerraba cuando hacía el movimiento hacia dentro. Estela solo deseaba que ese hombre masajeara su coño pero ese hombre no lo hacia y se desesperaba.
    
    -Por favor hágalo
    
    -Que quieres que haga?
    
    -Deme masaje en la vagina. Lo necesito.
    
    Estela se retorció de placer cuando ese hombre masajeó su coño, estaba recibiendo el mejor de los premios por ser capaz de decírselo. Tenía el coño empapado pero le daba igual que ese señor notara lo cachonda que le ponían sus masajes. Empezó a temblar ...
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