El sereno (Parte I)
Fecha: 07/12/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: G_Russo, Fuente: CuentoRelatos
... manos toscas, abrazarme por detrás y que me recorra el cuerpo con su boca humedecida... Pero, ¿en qué estaba pensando? De nuevo la calentura se había apoderado de mí, como si ya no estuviese en mis cabales y en todo lo que podía pensar era cómo ese señor me hacía suya, tal como estuvo a punto de hacerlo en ese sueño. "Rosario, tenés que tranquilizarte" pensé hacia mis adentros, así que decidí ir a darme un baño, aunque también quería recostarme un rato, lo que sea para dejar de pensar en lo que venía pensando. Subí a mi cuarto, me despojé de la camisa y el corpiño, y me eché en la cama así, solo con mis medias y la falda del uniforme, contemplando el techo blanco muy propicio para reproducir una y otra vez las mismas imágenes que rondaban por mi mente.
"Por algún motivo no había agua en el baño del piso superior, así que bajé a la sala para usar la ducha del toilette de visitas. Mientras me bañaba, advertí una sombra en el tragaluz, como si alguien estuviera observándome desnuda. Por un momento me paralicé, pero nuevamente esa sensación de calor en mis zonas más bajas se apoderaron de mi persona, así que fui deslizando suavemente mis manos por todo mi cuerpo, lentamente acariciaba mi culo para que, quién sea que estuviera tras esa pequeña ventana mirándome, se deleitara con cada parte de mí. De forma muy sigilosa pero sugerente, giré apenas la mirada para ver quién era el voyeur que me observaba y ahí estaba, era él: Francisco. Alcancé a ver sus ojos pervertidos y su ...
... sonrisa lasciva, la misma sonrisa que puso al poner mis manos en su miembro, la misma mirada que posó en mi culo aquella noche en el vestíbulo.
No me pude contener, con los ojos cerrados y simulando enjuagarme el cabello, me puse de frente al tragaluz para exhibir mis grandes pechos apenas cubiertos de espuma, y dejando al descubierto mi sexo que inmediatamente fue presa de mis dedos inquietos. Podía imaginar a Francisco, tras aquella pared, abriéndose paso hacia su miembro, masturbándose frenéticamente mientras me veía, mientras veía cómo la dulce niña de la casa se tomaba un baño y estaba allí, desnuda y exhibiéndose ante él. Le escuchaba jadear, gemir, su respiración y su aliento empañando el vidrio de aquella ventana. Hasta que abrí mis ojos, lo miré fijamente, le sonreí y juro que fue en ese momento que escuché al viejo soltar un último gemido... Había eyaculado y yo, yo supe que ese orgasmo era mío, y que pronto esa blanca espesura emulsionaría mi cuerpo entero."
Un golpe en la puerta y un aviso de "Ro, ya llegué", me puso en alerta. Era Manu, avisándome que recién llegaba de la casa de su amigo, y no, no fue la puerta del baño de visitas la que golpeó, fue la de mi cuarto. No estaba en la ducha, estaba en mi cuarto, en mi cama, con la tanga nuevamente empapada, con mis dedos envolviendo mis pezones firmes, y supe entonces que todo esto había sido otro sueño. Yo estaba en mi cuarto y Francisco allí, en la entrada de la casa, con sus ojos lejos de mi cuerpo y un orgasmo ...