1. Pendejo con suerte (aka Baldío Parte 2)


    Fecha: 28/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... los matorrales, asomaba una figura femenina. Me sorprendió, por no decir que me asusto un poco el verla salir de pronto. Me frene en seco, y al ver que no habían problemas, continúe mi camino, acercándome a la figura. Me saludo con una tierna voz. - Hola. - Hola- le respondí. Cuando pensé que solo saludaba por cortesía, y seguía mi camino pasando a su lado, me dijo: - Que no te acordas de mi? Ya no te interesa cogerme? Wow! Aquello me tomo aun mas por sorpresa, sin saber que decir. - Un ratón te comió la lengua? - No, no… claro que me acuerdo de vos…-me tomo un rato recordar a Vane, y que podría ser ella. Y ahí estaba. No podía ver bien su cara. Estaba más alta que antes, incluso más rellenita. Su voz era más dulce de lo que recordaba, más tierna. Incluso su perfume era muy dulzón. Ya no era la marimacho que solía revolcarse con sus amiguitos, se había convertido ahora en una princesa. Y eso, asumí que se debió a mí. Probo las delicias del sexo, de mi sexo, y ahora había madurado un poco. Obvio que todo aquello me devolvió a ese estado calentón que yo tenía. Un poco de nervios previos pero me le acerque, y la bese. Que rico el sabor de sus besos! Ambos habíamos cambiado y ahora sabíamos como besar mejor, no solo yo. Sus besos eran de mujer. No mediamos muchas palabras más… ella comenzó a manosearme, ya mas como una mujer. No podíamos acostarnos en el suelo o entre los matorrales húmedos. Y de hecho, el ambiente se sentía bastante frio. Así que buscamos un lugar más ...
    ... apartado del sendero y a cubierto del viento. Ambos estábamos con ropa abrigada, así que los manoseos eran más con manos frías. Estuvimos un buen rato, entrando en calor, abrazándonos, besándonos. La tibieza y el olor dulce de su piel… el sabor de su boca… Dios!!! Qué rica que estaba la nena! Llego un punto en donde no dábamos mas de la calentura. Ella se dio vuelta, y se bajo un poco el pantalón. Lo suficiente como para que yo le metiera mi verga, pero no tanto como para sentir el frio. Me acomode en un lugar un poco más bajo, ya que yo era bastante más alto, y así poder quedar a su altura para penetrarla. Sentí como ella abrió sus nalgas, y yo le frote mi verga todo a lo largo de su orto. Busque su agujero vaginal con un dedo, mientras me llenaba de su lubricación. Una vez hallado, acomode la punta, y comencé a empujar. Costo que entrara, se salía. Me acomode un poco mejor, y ella si aguantar más, ni bien sintió mi punta, empujo con fuerza hacia atrás, entrando toda. - La tenes muy grande! - Como la ultima vez… mamita. - No, la ultima vez no me dolió tanto. Yo seguía bombeándola. Estábamos gozando de maravilla, a pesar del frio. Incluso ella se acomodo girando su cabeza, yo me incline hacia adelante, y comenzamos a besarnos, sintiendo el aliento de uno en el jadeo de la otra En un momento, ella quiso cambiar. - Ahora por la cola. Nunca lo había hecho por ahí… no sabía que ella lo hacía o lo quería por ahí. Pero yo contento. Así que se la saque, ella volvió a abrir sus calientes ...