1. Pendejo con suerte (aka Baldío Parte 2)


    Fecha: 28/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... nalgas, y se la acomode en el agujero del orto, para luego comenzar a empujar. - No, mójala. - Que? - Esta seca. Yo opte por lubricar mi verga con sus jugos vaginales y luego probé. - Sos tonto o qué? Mójala con tu saliva. Pues hice lo que ella me pidió, le lubrique el orto también, con mi punta busque el agujero y comencé a empujar. Costo lo suyo, pero luego de unos cuantas segundos, comenzó a entrar, su ano comenzaba a dilatarse y mi verga abrirse paso en sus entrañas. - Despacio, te dije que la tenes mas grande! - Bueno… Continuamos lento, pero luego con su culito dilatado, le entraba bien. Ella empujaba repetida y rápidamente hacia atrás, mientras yo le masajeaba las tetas, que ciertamente le habían crecido bastante. En un momento, tuve que empezar a besarla, para que no grite tanto. Le pegue mi boca abierta, y ella seguía gritando dentro de mi boca. Entre el frio, y la posición, fue muchísimo más duradero que la vez anterior. Es decir, yo estaba muy caliente, ella también, pero no acabe enseguida. Habrán sido unos buenos 15 minutos de coger, hasta que no pude mas, y le llene su culito de mi leche masculina. Sentía como la pendeja me apretaba, mientras me decía lo bien que se siente mi leche dentro suyo. Se la deje un rato mas. Se sentía bien ese calorcito interno. Ambos abrigándonos mutuamente con las camperas, y a la vez pegados. Comenzó a llover bastante fuerte, así que no nos quedo otra que separarnos rápidamente, acomodarnos la ropa como pudimos, e irnos. No hubo ...
    ... tiempo para decirle algo mas, por que cuando me di cuenta, me dio un: - Voy yo primero así no sospechan, quédate un poco mas aquí. No me preocupe mucho mas… asumí que aunque no lo dijéramos, ella estaba de vuelta, así que podríamos vernos de nuevo al día siguiente. Pues eso no paso. No la vi al día siguiente, ni al siguiente de ese. La vi casi una semana después, en el almacén del barrio. Como era mi vieja, o mi hermano menor los que siempre van a comprar, yo no iba casi nunca… hasta que pase a comprar una gaseosa para ir al cumpleaños de un amigo, cuando siento un olor conocido, una voz conocida, y al girar, veo la misma campera y el mismo rostro que angelical que ese día, estaba cubierto en las sombras. Cuanto había cambiado ahora que la volvía a ver de día. No era el lugar ni el momento, así que opte por no saludarla ni nada similar. Quizás si cruzáramos las miradas, solo habría una sonrisa de complicidad. La mirada ocurrió, pero no hubo sonrisa, no hubo nada. Mi sorpresa fue mayor cuando el almacenero, la saludo y la llamo “Beatriz”. Asumí que ese sería su verdadero nombre y quizás Vanesa su segundo nombre o algo de eso. Pero no, habían varias cosas que no coincidían. De hecho lo sentía mucho antes pero en la calentura ni me fije. Para resumir: Investigue un poco más acerca de la chica. No era mi pequeña Vanesa, a la cual me había cogido dos años atrás. Esta era Betty, una chica de 16 años, tierna y dulce como la miel, porque tenía un problema de no recuerdo que. Es decir, ...