1. Un tipo de 60 años me rompe el culo como ninguno (III)


    Fecha: 10/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... Katia, que gemía como loca, y lo miraba a Pablo masturbarse como un animal. Separe los cachetes de Katia y le metí dos dedos. No sabía por dónde iba a acabar él. Katia lo entendió de inmediato y le dijo:
    
    —Amor, mis tres agujeros son tuyos, Maca me está abriendo el culo por las dudas quieras usarlo.
    
    Fue que Pablo escuche eso y sume un dedo a los míos en el culo de Katia y lo miraba fijamente. De la concha de Katia caían ríos de flujo, directo a mi boca, y yo los chupaba con todo. De pronto, Pablo guio su pija a la concha de Katia, y tomándola con fuerza de la cintura la embestía con todo. Yo la chupaba a más no poder. Ella gritaba hasta quedarse sin voz del placer que gozaba. La estocada final de la pija de Pablo fue tremenda, la sujeto con fuerza y la mantuvo por varios segundos. Cuando fue sacando su pija de la concha de Katia, en mí boca caía los flujos de ella y la leche de Pablo.
    
    Katia se dio vuelta y chupo como loca esa pija que tanto placer le había dado, y luego las dos fuimos al baño, nos lavamos las bocas y volvimos al cuarto. El beso que se dieron Pablo y Katia fue tremendo. Estuvieron abrazados y besándose con todo por un par de minutos, yo, sentada en la cama los miraba sonriente. Cuando se terminaron de besar, Pablo la miro a Katia y le preguntó:
    
    —¿Te jode?
    
    —Para nada. Dijo Katia.
    
    Pablo me hizo levantar y me dio un beso super dulce tomando mi cara entre sus manos. Con Katia nos dimos una ducha rápida, y fuimos a cocinar, mientras Pablo se duchaba.
    
    —Te amo hija de puta. Fue increíble como moviste los hilos.
    
    —Te lo mereces, y él te merece a vos. Son una tremenda pareja.
    
    —¿Me acompañas mañana a lo de Sebastián? Quiero darle las gracias y decirle que por fin me puedo mostrar como soy con mi hombre.
    
    —Por supuesto y me parece una decisión muy acertada.
    
    Minutos después, bajo Pablo. Su sonrisa era increíble.
    
    —Parece que hay alguien muy contento Katia. Dije.
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