1. Arte, seducción y lujuria


    Fecha: 13/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuando me la saca por completo. Noto un gran vacío. Me da la vuelta, me pone de rodillas y me planta la verga delante de mi cara. La observo un instante, tan dura, tan recia y tan venosa. Admiro su envergadura avalando que las comparaciones son odiosas. Me dispongo a cogerla, pero me lo impide, en cambio lo hace él. Se la agarra con firmeza y empieza a propinarme pollazos en la cara. Intento atraparla con la boca, pero no me deja. Cuando él lo decide me la incrusta, le doy unos lametones y me la vuelve a retirar hasta que cansada del juego la cojo de la base y la atrapo para dedicarle la mejor de las mamadas.
    
    Mi boca empieza a segregar saliva que va resbalando por el tronco. Con mis dedos índice y pulgar hago un anillo recorriendo el tallo al mismo tiempo que mi boca acapara todo lo que da de sí hasta atragantarme.
    
    —Eres una experta mamadora. Si sigues así harás que me corra, —me advierte con cara desencajada, pero no le hago caso y sigo a lo mío, incluso con más ahínco. Me doy cuenta de que lleva razón cuando rápidamente se separa de mí. Se quita los pantalones por completo, me coge en brazos y me lleva a la habitación. Allí me suelta como si fuera una muñeca de trapo, me abre las piernas, y abreva en mi entrepierna. Me muerde primero la parte superior de los muslos y yo busco con mi pelvis la esquiva lengua. Se detiene un instante contemplando mi raja, pero en mi ansiedad aferro su cabeza y la empujo con la intención de que hunda su lengua en las profundidades. No ...
    ... se resiste. Huele mi aroma, separa mis pliegues con la lengua y la pasea por la raja saboreando mi sal. Un hilillo de líquido se desliza hacia el ano y él lo atrapa antes de que llegue a su destino para degustar el elixir. Su lengua repasa en vertical toda la zona, desde al ano hasta el clítoris repetidas veces, yo lo acompaño con movimientos sincronizados de mi pelvis, después hunde su dedo dentro de mí, en tanto la lengua aterriza en el nódulo del placer.
    
    Mis gemidos se intensifican y Javier acelera el movimiento de su dedo. Añade otro al mete y saca, a la par que la lengua se centra en el pequeño botón.
    
    Los dedos incursionan buscando el punto G y lo aprieta repetidas veces. Mi excitación y mis gemidos invaden la estancia. Cuando creo que voy a correrme se detiene como si lo adivinara y me quedo quieta respirando aceleradamente con gran frustración por mi parte, pero no por mucho tiempo. Seguidamente se incorpora, colocándose encima de mí y me ensarta como a un churrasco de Croto hasta que mi ano saluda a sus pelotas. Mis manos aferran sus duras nalgas y clavo mis uñas en ellas como indicativo del placer que me da. Aprieto con fuerza y grito con desesperación sintiendo como la polla me abre en canal y se me clava hasta el tuétano.
    
    —¿Te gusta Vicky? —me pregunta ufano haciendo uso de mi nombre por primera vez. Le respondo con un eufórico “sí” que no ofrece lugar a dudas. Aunque con ciertas reservas, reconozco que es el mejor polvo de mi vida. Ni siquiera en mis años ...
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