La guerra de Adahn - Capítulo 3
Fecha: 29/12/2024,
Categorías:
Gays
Autor: eternorelato, Fuente: RelatosEróticos
... admirando su figura y recordando los sentimientos de hacía sólo unas horas.
Cuando se percató de mi presencia junto a la chimenea se acercó a inspeccionar el cuenco de la mezcla, tan serio como de costumbre.
Es la cena - le dije levantando las manos pringosas hacia él.
Ni se te ocurra tocarme con eso - dijo seriamente, aunque no me amedrentó. Seguí acercando mis dedos lentamente hacia su camiseta y él se quedó inmóvil, desafiante.
Tengo que hacerlo, lo siento - continué acercando mis dedos.- Creo que te vendrá bien esta pasta… verde… para curar heridas. O algo así.- Dió un paso atrás.
En ese momento tuve unas ganas increíbles de besarlo. Aparté a los lados mis dos manos y me levanté, rodeando con los brazos a mi amigo que trataba de mantenerse firme y serio.
Cuando estuvimos a escasos centímetros me quedé quieto, disfrutando de la distancia hasta sus ojos verdes.
¿Quieres que preparemos por dentro la cuarta cabaña? - Me miró a los labios.
Nuestra cabaña- apunté.
Nuestra cabaña.
Durante lo que quedó de día, Yugo y yo limpiamos y arreglamos por dentro la caseta y Aurora ordenó trasladar unos cuantos muebles desde la cabaña grande, entre ellos las camas en las que habíamos descansado hasta aquel día Yugo y yo.
Durante los días que siguieron a aquello, estalló en aquella zona una invernal ventisca que apenas nos permitía salir de la casa, por lo que Yugo y yo pasamos mucho tiempo en nuestra cabaña.
Uno de aquellos días en los que nevaba con ...
... fuerza, mi amigo salió a buscar un par de maderos con los que poder alimentar una chimenea improvisada que habíamos podido construir con ayuda de uno de los conjuros de Madre, que plegó los tablones de la pared permitiendo construir el hueco interior de la chimenea.
Cuando se abrió la puerta y los copos de nieve dieron paso a la figura abrigada de Yugo una ráfaga de aire frío me alcanzó en la otra punta de la cabaña.
Gracias por salir a por ello - dije acercándome hasta él y cogiendo un madero cubierto de blanco. Él se quitó el abrigo y cuando fue a dejarlo junto a la chimenea me percaté de que estaba temblando.- ¡Estás helado! - Traté de abrazarlo en un vago intento por darle calor, aunque no sirvió de nada. Me apresuré a tratar de secar el madero y a colocarlo en el pequeño fuego, esperando a que se avivasen las llamas.
Recordé de pronto un pequeño conjuro que Aurora nos había tratado de enseñar hacía tiempo, para generar calor. No solíamos poner en práctica lo que aprendíamos sobre magia, pero al ver a Yugo tan frío y sin hablar pensé que debía intentarlo, con la esperanza de no desatar un incendio dentro de la cabaña.
Busqué en el interior de la chimenea un trozo carbonizado de madera que no estuviese cerca del fuego y arrodillándome en el suelo dibujé con él la figura de Algiz, la runa de fuego, susurré las palabras que nos enseñó la bruja mientras terminaba la forma del símbolo y permanecí inquieto durante unos segundos hasta que ví desaparecer aquel dibujo con ...