La guerra de Adahn - Capítulo 3
Fecha: 29/12/2024,
Categorías:
Gays
Autor: eternorelato, Fuente: RelatosEróticos
... agarrarlo con fuerza, tratando de no hacerle verdadero daño, pero me excitaba tanto que no sabía realmente si le dolería.- Aaah..
Cuando volví a soltarlo, Yugo bajó sobre mi y me besó con locura, respirando sobre mi cara intensamente. Estaba más excitado de lo que le había visto hasta entonces, como un animal salvaje.
Al verlo así volví a agarrar su culo y a apretar su cintura sobre mí. Nuestros penes erectos se frotaban entre ellos mientras el movimiento de nuestros cuerpos no se detenía.
Nos besamos con locura, nos abrazamos y rodamos por el suelo excitados. Yo me obsesioné con tocar su trasero y en un arrebato de excitación se lo abrí con las manos y toque su agujero.
Ahh -se sorprendió un momento pero le impedí reaccionar volviéndolo a besar, abriendo mi boca para que metiera su lengua dentro, cosa que sabía que le excitaba. Él lamió mi lengua con la suya mientras yo, sin saber bien lo que hacía, tocaba el interior de sus nalgas, junto al agujero, sintiendo una gran excitación en ello.
Aquel juego sucio me estaba enloqueciendo y él había parecido perder todo el control del que solía presumir. Yugo de pronto se arqueó hacia abajo, levantando su trasero, y en ese momento puse uno de mis dedos en su agujero y empujé levemente hacia dentro.
AAHH… - Jadeó mi amigo antes de retorcerse y deslizarse por mi torso hasta bajar a mi entrepierna.
Como un animal, olfateó mi entrepierna mientras seguía jadeando. Yo le acaricié la cabeza y los hombros con deseo ...
... sintiendo su aliento sobre mi pene. Mirando hacia abajo vi cómo Yugo cogía mi pene en una de sus manos y contemplaba el jugo que había comenzado a derramarse de él, lo miró un instante y lo chupó, lo lamió y lo limpió con su lengua hasta que el capullo quedó brillante de su saliva. Luego se echó hacia atrás, miró su propio pene y tras ver que también empezaba a preeyacular se lanzó en un movimiento animal, volteando su cuerpo quedando su cara sobre mi entrepierna y su cintura sobre mi cabeza. No dijo nada, no habló, solo se agachó y engulló mi pene con ansia mientras yo veía sus testículos balancearse sobre mi boca, desafiantes. Aquella visión de sus huevos sobre mí, con su mata de vello negro rodeándolo, me dejó embelesado unos segundos. Podía percibir su olor, el olor de Yugo, bajaba hasta mi nariz y se colaba en mi interior. Respiré para absorber su olor y pegué la nariz a la piel que envolvía sus testículos.
Entonces vi el destello de la gota en la punta del pene de mi amigo, que reflejaba la luz de la chimenea al fondo. Estaba a punto de descolgarse pero alargué mi lengua y recogí aquella gota, saboreándola con detenimiento. Luego agarré el culo de Yugo y atraje hacia mi boca su miembro, chupándolo y lamiendo igual que él le hacía al mío.
No podía ver a mi amigo, sólo veía sus huevos subiendo y bajando sobre mí y cubriendo mi cara con su mata de vello negro, pero de pronto sentí cómo una de las manos de Yugo agarraba una de las mías y la guiaba hasta el centro de su ...