La guerra de Adahn - Capítulo 3
Fecha: 29/12/2024,
Categorías:
Gays
Autor: eternorelato, Fuente: RelatosEróticos
... carbón. Cuando se desvaneció, levanté la mirada hacia mi amigo y le vi contemplarme con los ojos muy abiertos.
Es..espero que esto te ayude a entrar en calor - dije un poco avergonzado. Mientras hablaba, ya empecé a notar como la temperatura de la cabaña empezaba a normalizarse. Yugo alargó una de sus manos hacia mí y me acarició la cara con ternura, pero sin cambiar su rostro serio. Aquella caricia de su mano me habría hecho enloquecer.
Mientras subía la temperatura junto a la chimenea, yugo se sentó a mi lado y se desabrochó las raídas botas que siempre llevaba para salir fuera. Deshizo los nudos de las cuerdas que las cerraban y cuando sacó los pies de dentro se deleitó calentándolos junto al fuego, moviendo los dedos dentro de las telas protectoras que le envolvían los pies. Agarré sus pies con mis manos y los masajeé lentamente para que se desentumecieran. La tela que los envolvía estaba empapada y olían a sudor, pero no me importó. Después de todas las noches que habíamos pasado los cinco bajo el mismo techo aquel tipo de olores me resultaban familiares y me había acostumbrado a ellos. Aún así, mi amigo trató de impedir que los tocara.
Adahn, mis pies están sucios y sudados - empezó a decir apartando una de mis manos. Yo los volví a agarrar.
No me importa, no me molesta - le dije. Empecé a masajearlos y vi cómo Yugo se reclinaba hacia atrás disfrutando del masaje, levantando la cabeza hacia el techo. La tela protectora estaba francamente sucia, así que ...
... después de un rato, desenfundé sus pies blancos y lancé las telas a un lado.
Seguí apretando con mis dedos bajo sus dedos de los pies, arrancando pequeños jadeos de gusto a mi amigo que ya se había tumbado, cuan largo era, en el mismo sitio en el que estaba. Mientras lo hacía y me llegaba su olor, me di cuenta de que oyéndole respirar así, de placer y gusto, habría sido capaz de hacerle cualquier cosa, porque lo que me gustaba era escucharle disfrutar.
Sin darme cuenta, la temperatura de la sala había seguido subiendo y tuve una necesidad imperiosa de quitarme la camiseta, de desvestirme por completo. Cuando dejé los pies de Yugo y empecé a desvestirme, él me observó hacerlo desde su sitio en el suelo. Me quedé únicamente con la tela protectora de la entrepierna y le vi mirarme en silencio.
Quítate todo - pareció ordenar. Aquello me excitó tanto que mientras me la quitaba me acerqué hasta él y comencé a desvestirlo también.
Desnudos, nos besamos y abrazamos por el suelo, sintiendo el calor de las llamas de la chimenea calentar nuestra piel. Toqué con mis manos su espalda, recorriendo cada músculo, mientras él me besaba apasionadamente y me revolvía el cabello rojo con sus fuertes dedos.
Bajé las manos hasta su trasero y acaricié sus duras nalgas blancas, sorprendido por lo que me excitó su tacto. Me calentó tanto tocar su culo que no pude evitar agarrar las nalgas con fuerza.
-Ahhh…- Se quejó Yugo. Le solté el trasero y cuando vi relajarse su rostro volví a ...