Mis cuentos inmorales (Entrega 36)
Fecha: 29/10/2018,
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Autor: Febarsal, Fuente: CuentoRelatos
... a Carlos al oír esa cifra. ¡DOCE MIL MILLONES! ¡La madre que les parió a los frailes! ¡Y a mí sólo me van a dar dos asquerosos millones!
-¿Qué piensas cariño? Preguntó Fifí al ver la cara de estupor de Carlos.
-Nada, nada, Fifí. Que tu oferta de matrimonio me complace mucho. ¡Pero coño! Que de multimillonaria pases a pobre en un soplo, no lo veo justo.
-¿Es que no me querrías pobre? –Dijo a la vez que le metía mano a la bragueta.
-No, no... ¡te juro que no! Pobre soy, pero muy rico de alma. Pero podemos buscar una solución que no perjudique tu patrimonio.
-De momento cariño, solucióname el problema que tengo entre las piernas.
Tomando la mano de Carlos se la llevo a su coño, que chorreaba como los “Caños de Meca” (1)
-Mira cómo me tienes. Y como nos vamos a casar... ¿verdad que sí? El Señor comprenderá mis ansias, y no me condenará por este anticipo. –Anda mi amor, ven junto a mí.
Carlos en un alarde de ingenio, y sabiendo que la marquesa haría lo que él quisiera, ya que le tenía absoluta confianza, urdió un plan que debería poner en práctica ya mismo. No podía fracasar, por que dependía el éxito de su pericia. Se propuso follar a la marquesa de tal forma, que nunca olvidaría esa follada. DOCE MIL MILLONES de pesetas merecían la pena.
Se desnudó lentamente ante la mirada expectante de Fifí. Los ojos le hacían “chiribitas”. Lo que se intuía debajo del mono (2) de Carlos era tremendo. Cuando Fifí contempló aquellos 25 centímetros de polla a medio ...
... erguir, no pudo evitar un gritito de placer.
Mientras Carlos parecía que rezaba musitando:
¡Nunca hice el amor con una marquesa!
pero si Dios decide que sea ello posible,
¡juro! que mi alma quedará aquí presa;
mi exaltación por ti, Fifí no será punible,
toma "mis atributos" como una posesa.
Pues lo que sería espeluznante y terrible,
que "esta" (mirándose a polla) muy tiesa,
buscando con amor ese cariño imposible
que le saque de tanta indigencia aviesa,
malgastara esta oportunidad tan posible.
Carlos ungido por un halo de “santidad putera” se dispuso a realizar “la faena” más grandiosa de su vida. Sus 25 centímetros de larga y 20 de envergadura llenaban la vagina de Fifí de tal forma, que la dilatación de la misma llegaba a su límite, un milímetro más y seguro que se la hubiera desgarrado.
-¡Chof... chof.... chof! De una manera cadenciosa sonaba el coño de Fifi ante las embestidas bestiales de la polla de Carlos. La abertura de sus piernas era total para poder cobijar ente ellas “aquella cosa” que le estaba llevando al borde de la locura.
Ambas manos de la marquesa apalancaban las nalgas de Carlos como en un desesperado intento de meterse toda la polla.
-¡Más polla..! ¡Quiero más polla...! –Gritaba Fifí desesperada.
Paró Carlos un momento en sus envites, en la postura que se hallaba: ella debajo, no la tenía en el acceso perpendicular a la vagina. La tomó por ambas nalgas, nalgas tremendas y redondeadas. El tafanario (3) era ...