Vacaciones con papá (4)
Fecha: 15/01/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Karen_93, Fuente: CuentoRelatos
... muñeca de cristal, comenzó con suma delicadeza a dármelo. Empezó por mis pies y lentamente fue subiendo por mis piernas, iba extendiendo el protector con pequeños círculos sobre mi piel, era una sensación muy agradable. Cuando llegó a mis muslos, me obligó a separarlos para tener mejor acceso. Continuó subiendo hasta que quedó de frente a mí. Con una mirada perversa, me obligó a sentarme en la toalla, situándose él detrás mío con sus piernas a lo largo de las mías.
Siguió dándome el protector, en la espalda, en los brazos hasta que finalizó su masaje en mis tetas. Comenzó untándolas, de la misma forma que había hecho con mi cuerpo, y poco a poco fue metiendo sus fuertes manos en la diminuta tela de mi bikini. Con la palma de la mano, me estimulaba dulcemente los pezones, que no tardaron en ponerse duros. Continuó su masaje, mientras comenzaba a besarme por los hombros y poco a poco fue subiendo hasta llegar a mi boca. Todo fue muy dulce y delicado, hasta que por fin nuestras bocas se juntaron, en ese momento, las cosas cambiaron y como si una fuerza animal se apoderara de él, comenzó a devorarme la boca. El suave masaje en mis pezones, cambió por completo, comenzó a pellizcarlos, haciéndome sentir una mezcla de dolor y placer que me gustaba.
Mientras seguía besándome, su mano derecha soltó mi pezón, y se metió en el interior de mis diminutas braguitas, estaba completamente mojada y el no dudó en follarme con sus dedos. Era como estar en un sueño, solo sentía placer y ...
... mi orgasmo no tardaría mucho en aparecer. En ningún momento dejó de besarme, era como un lobo hambriento y yo era su presa. Cuando estaba muy cerca de correrme, paró, sacó su mano de mis bragas y me la puso en los labios, para que chupara mis propios flujos.
Y: ¡Sí!, ¿Por qué has parado? Estaba a punto.
J: Lo sé, pero no me apetece que te corras.
Y: ¿Y cuándo te va apetecer?
J: Por ahora. Venga, sé buena y pórtate bien conmigo.
Me imaginaba lo que quería, era una sutil manera de decirme que se la chupara, así que no lo dudé, me acerqué a él con intención de sacársela del interior del bañador. No me hacía falta saber que la tenía muy dura, pues se le marcaba bastante en la ropa. En ese momento escuché más gemidos y es cuando me di cuenta que mis padres estaban al lado nuestro.
La verdad es que no me había dado cuenta de cuando habían llegado, la última vez que los vi, estaban jugando como dos niños en la orilla del mar. Por lo que vi, debían de llevar un rato, mi madre le estaba haciendo una mamada a mi padre y él metiéndole un dedo en el culo. Les dejé que siguieran a lo suyo y me centré en la polla de Juan.
Cuando se la saqué, me quedé fascinada por su tamaño, todos los hombres presumen de tenerla grande, pero la verdad es que él, tenía motivos más que suficientes para presumir. Comencé a chupársela, mientras el me sujetaba la cabeza marcando el ritmo al que quería que se la chupara. Poco a poco, iba notando como Juan se resistía a correrse, ya estaba muy ...