El premio
Fecha: 17/01/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... las arreglé para recuperar el equilibrio, para no caerme al pavimento, pero estaba de pie al aire libre, exponiendo mis senos y mi vestido levantado exponiendo mi recién cogido mi coñito. Solo me tomó un momento recobrar el sentido y ajustar mi ropa, pero se sintió como una eternidad, mientras dudaba sobre si debería cubrir mis tetas o mi coño primero. Sonrojándome, me acomodé mi tanga sobre mi cuca y me bajé la falda del vestido antes de volver a aguardar mis tetas en él.
Anciano: "Cuidadito, ¡no vayas a manchar de mecos la calle! ¡No limpiamos todos los días!"
Algunos de los que lo rodeaban se rieron. Fue el momento más vergonzoso de toda mi vida, y también el momento en que me di cuenta: probablemente no era mejor que las zorras habituales que traía a casa. ¿Cuántas otras mujeres habían hecho lo que yo acababa de hacer, en este mismo lugar, pensando que eran mejores que todas las demás? De pie aquí en este espacio público, finalmente cubriendo mi desnudez (y sintiendo su semen comenzar a acumularse en mi tanga), ¿qué derecho tenía de juzgar a alguien más?
Alucín: "Ven” mientras cerraba su auto. "Entra."
Y me dio un ligero golpecito en la nalga para guiarme en la dirección correcta.
Subimos unas escaleras frente a nosotros subía una señora de mediana edad a paso lento. Mientras lo hacíamos, sentí su mano ahuecando mi culo. Después de la forma en que me había estado usando hasta ahora, este acto parecía casi tierno en comparación. Luego la movió debajo del ...
... vestido y la deslizó entre mi hilo, lo cual aún era agradable, teniendo ese contacto piel con piel. Pero luego me sorprendió, literalmente, al deslizar un dedo en mi ano.
Con toda la fuerza de voluntad a
Mi disposición me impidió jadear en voz alta ante la intrusión, pero toda la fuerza de voluntad del mundo no pudo evitar que me tensara. ¡Si fuera una caricatura, mis ojos habrían estado saltando fuera de mi cabeza! No era la primera vez que introducían algo en mi culito, pero no era algo a lo que me hubiera acostumbrado aun, y que me metieran un dedo allí de repente sin previo aviso era más que sorprendente.
No me jodió el culo con el dedo ni nada, simplemente lo dejó descansando allí. En mi ano.
Cuando llegamos a su piso, caminamos detrás de la señora por el pasillo, todavía con su mano mi cola, su dedo en mi esfínter. Hice lo mejor que pude para caminar naturalmente, pero estoy segura de que no funcionó. Su puerta estaba primero, y pasamos a un lado de ella.
Mujer: "Trata de no ser demasiado ruidoso esta noche, ¿de acuerdo? Tengo que levantarme temprano mañana. Se ve que quieres aprovechar ese culito, pero parece que no está acostumbrada a tener algo allí adentro, así que por favor que sus gritos me dejen dormir, ¿de acuerdo?"
No pensé que todavía tendría la capacidad de sonrojarme, después de todo lo que ya me había hecho, pero lo hice de todos modos.
¿Con qué frecuencia este tipo traía mujeres a casa que era una rutina para todos sus vecinos? "Otro día, ...