Gina, Jeniffer y el carro rojo
Fecha: 18/01/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: rickmaster16, Fuente: CuentoRelatos
Jeniffer tenía un carro rojo. Era un carro pequeño, económico, de caja manual y solía molestar con averías mecánicas constantemente. Aún así era su adoración, su medio de transporte.
Después de haber hecho aquel trío la confianza entre los tres era grande, repetidas veces cuando estaba cualquier medio día en un motel fornicando con Gina solía llamar o enviar mensajes de audio a Jeniffer contándole lo que estábamos haciendo.
-La tengo en cuatro, le estoy dando duro - le escribí.
-Ufff, entierrela la verga a esa perra, dile cosas sucias - me respondió Jeniffer.
-¿Qué más quieres que le haga?-
-Metesela por el culo -
Y así era. Una deliciosa aventura pervertida con dos deliciosas jovencitas atrevidas, estaba en la gloria, agradecía a la vida lo que sea que me estuviera recompensando, era un dios entre mortales. Nunca me vi solo con Jeniffer y nunca más aparte de aquel día que hicimos el trío tuve la dicha de penetrarla, fueron solo besos casuales. Entre Jeniffer y Gina había un acuerdo tácito; yo era de Gina.
En varias ocasiones Jeniffer llevaba a Gina a su casa en aquel carro rojo, pero un lluvioso miércoles después del trabajo aquella máquina se convirtió en un refugio sucio para nosotros.
Vi como se cerraba el ascensor así que aceleré el paso para interrumpir la puerta y poder entrar. Para mi sorpresa allí dentro estaban Gina y Jeniffer. Jeniffer llevaba una blusa azul y un pantalón negro y Gina, ya constantemente entregada a la sensualidad, llevaba ...
... un vestido de flores rojo que terminaba un poco arriba de sus muslos. Debo decir que para ese momento y tras muchos encuentros entre Gina y yo, ella había cambiado radicalmente de actitud con respecto a su cuerpo, solía ir a trabajar en vestidos cortos y sin ropa interior y bromeaba continuamente con cualquier compañero sobre temas sexuales. Caminaba con seguridad por los pasillos de las oficinas balanceando su duro culito, recibía atención y le encantaba.
-¿para dónde van?- les pregunté.
-para la casa obvio- respondió Gina.
-¿Puedo acompañarlas?-
-jajajajaja, pero si tu vives para otro lado-
-no importa, solo un rato -
No me despegué de ellas, el solo hecho de estar junto a aquel par de delicias ya era para mi un goce. El ascensor llegó al sótano y salimos de él con rumbo al pequeño carro rojo de Jeniffer.
Gina se subió del lado del pasajero y yo me subí atrás, Jeniffer conducía. Salimos del edificio y entramos en un tráfico pesado. La lluvia caía fuerte y avanzamos lento. Después de un par de cuadras me incliné un poco hacia adelante y dediqué unas miradas al par de tetotas de Jeniffer. Después me dirigí hacia el cuerpo menudo de Gina y pude ver sus pezones duros marcados en su vestidito.
- A que no te pusiste tanga - Le dije y estiré mi mano entre sus piernas.
Su primera reacción natural fue cerrarlas pero no tardó en relajarlas y separar sus muslos para darme vía directa a su chocho. Tal como lo dije, no llevaba ropa interior, mi mano viajó desde ...